Polémico suicidio de Ernest Hemingway

*2 de julio: 52 años del fallecimiento del gran escritor

Dr. Vicente Maltez Montiel (*)

Se cumplen 52 años del fallecimiento del gran escritor norteamericano Ernest Hemingway, quien recibiera el Premio Nobel de Literatura en 1954 por obras tan impactantes como “El viejo y el mar”.

El éxito literario del escritor y aventurero perdura, al tiempo que se renueva la polémica sobre el origen de su conducta suicida que lo lleva a quitarse la vida un 2 de julio de 1961 con un disparo de fusil.

Hemingway nació en Illinois, Estados Unidos, un 21 de julio de 1899. Su madre fue una ama de casa religiosa y culta y el padre un médico, a quien imitó practicando la caza, pesca y caminatas en los bosques.

Sus escuelas que lo prepararon a ingresar en la literatura fueron los escritores rusos Tolstoi y Chejov, el haber sido corresponsal de guerra y su propia participación en sucesos bélicos, como lo fue la guerra civil española (1936-1939).

Una vida marcada por varias parejas sentimentales o matrimonio, el alcoholismo, aventuras, alcoholismo y depresión manejados con las terapias equivocadas de la época, como 25 choques eléctricos cerebrales, fueron factores condicionantes del suicidio.

El debate sobre las circunstancias finales del autor de obras tan famosas como Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas y Fiesta, entre otras, se incrementa porque se ha dicho que meses antes le habían diagnosticado demencia de Alzheimer, mientras otros sostienen que fue decisivo el acoso y persecución del FBI de Estados Unidos, que lo había declarado “enemigo público número uno” ante la posibilidad de que escribiera una obra que pudiera afectar la imagen de ese cuerpo represivo.

Estudios realizados, como el de la Universidad de Burgos en España en 2008, dan cuenta que existe una fuerte asociación entre depresión, suicidio y creatividad, lo cual se constató en el análisis de la vida de cerca de 300 poetas y escritores durante 250 años.

Las muertes por suicidio en el mundo constituyen un problema de salud pública mundial, porque cada treinta segundos alguien se quita la vida, lo que resulta en más de un millón de personas, lo que supera los fallecidos por accidentes de tránsito.

El suicidio es un acto mortal con intenciones autodestructivas más o menos conscientes. El comportamiento suicida o la tendencia al suicidio son parte del proceso suicida que conlleva ideas suicidas, comportamiento autodestructivo y culmina con el suicidio.

De las grandes personalidades, sus obras y vidas son motivo de reflexión y aprendizaje. Aquel que tuvo una vida agitada en guerras, safaris en África, carreras con toros persiguiéndoles como en la fiesta de San Fermín, España, que hizo famosa en su obra Fiesta, muchos amores y alto consumo de bebidas alcohólicas, el depresivo y suicida solía decir que “el talento consiste en cómo vive uno la vida”.

La experiencia demuestra que nunca debemos tomar a broma nada que tenga que ver con el suicidio. Si una persona nos dice “que va a matarse”, aunque lo haga sonriendo, sepa que estamos frente a una emergencia de salud mental que requiere la intervención de especialistas en salud mental o cualquier médico.

Debemos saber identificar cuando una persona se encuentra al borde de una catastrófica decisión suicida. Hay varios factores determinantes:

• Que en la familia haya historia de suicidas (padres de los afectados, como fue el caso de Hemingway, cuyo padre se suicidó).Antecedentes de trastornos mentales en la familia.
• Que el afectado tenga historia de depresión o tristeza, otras enfermedades mentales, abuso de alcohol o drogas ilegales.
• Acontecimientos vitales recientes que aumenten el estrés vital: pérdida de seres queridos, viudez, jubilación, pérdida del empleo, quiebra de negocios o enfermedades incurables serias como cáncer y otras.
• Historia de haber atentado con anterioridad contra su integridad física.
• Que tenga a mano medios para quitarse la vida.

Dijo Hemingway “que un hombre puede ser destruido pero no derrotado”. El hombre que escribió un eterno canto a la lucha, fraternidad, heroísmo, a la auténtica capacidad de superar los más duros obstáculos de la vida o resilencia, como lo es “El viejo y el mar”, inspirados en los pescadores de Cojímar, un pueblecito de pescadores cercano a La Habana, a quienes dedicó el Premio Nobel de literatura que recibió en 1954.

Ese hombre continúa emocionando a miles de personas a través de sus escritos que son considerados magistrales, inspiradores, verdaderas disecciones de la vida y el sentir de la razón humana.

No debemos olvidar que si muchas puertas se cierran, Dios siempre nos dejará abierta una ventana. En la actualidad la depresión puede y debe ser prevenida y tratada exitosamente.
(Dedicado a mi profesora del cuento norteamericano, poetisa Eunice Shade).

(*) Especialista en medicina interna y licenciado en comunicación social, autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”.
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