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Rusia ha dado 26 millones de dólares en ayuda militar

* Sin incluir venta de uniformes, armas, tanques, helicópteros y los famosos vehículos blindados “Tiger”, cuya adquisición fue anunciada desde el año pasado y no los hemos visto

China, Rusia y Estados Unidos, han tomado posiciones en Centroamérica, porque detrás de la cooperación, hay un interés significativo por el istmo, por nuestra región pasa mucho más que drogas, según planteamientos de Jon García, en Rusia Hoy.

De hecho, está pasando también mucha ayuda militar rusa, entre ella, más de 26 millones de dólares solo para Nicaragua, sin incluir la venta de millones en uniformes, armas, tanques y helicópteros.

La publicación alude a que Víctor Ivanov es invitado recurrente en Centroamérica y que desde hace unos años, el Servicio Federal de Control de Estupefacientes (FSKN en sus siglas en ruso) que dirige, colabora activamente en la lucha contra el narcotráfico en el ombligo de América.

¿Y los “Tigers”?

Lo señalado por Rusia Hoy nos recuerda que en octubre del año pasado la ministra de Gobernación, Ana Isabel Morales, hizo pública la compra de varios carros blindados “Tigers” a Rusia, que presuntamente se utilizarán para combatir el narcotráfico.

A partir de dicha información no se ha vuelto a conocer nada sobre los famosos vehículos blindados, cuyo costo unitario es de 300 mil dólares, por lo que la ministra Morales advirtió que solo se comprarían unos cuantos, sin precisar la cantidad.

Los motivos de Rusia

En marzo pasado, Ivanov puso la primera piedra del centro de entrenamiento que Moscú abrirá en Managua, con cobertura para toda Centroamérica, México y el Caribe. Hasta la fecha, sin embargo, más de 120 funcionarios de la región ya han sido capacitados por el FSKN. El programa de cooperación incluye además intercambio de información, coordinación de operaciones y asistencia técnica y financiera.

El interés de Rusia no parece vinculado al consumo doméstico de cocaína. Pese a que crece, ésta representa apenas el 3% de la droga consumida en el país. Además, procede en su mayor parte del oeste de África, desde donde llega por Europa del Este, según datos del FSKN.

El motivo de atención es otro. Parece haber un compromiso institucional y personal sólido con la lucha global contra el narcotráfico. Líder mundial en la materia, Ivanov es ambicioso.

¿A la par de Afganistán?

Y sabe que junto a Afganistán, no hay región más importante que Centroamérica. Por aquí pasa, de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, el 90% de la droga que se consume en EE UU.”.

Parece haber también una preocupación sincera por la situación de la región. Pequeña demográfica y geográficamente (tan grande como California), y fracturada institucionalmente, la región se desangra.

Honduras, El Salvador y Guatemala tienen niveles de violencia similares a los que enfrentan los países en guerra (150.000 muertes al año), según Aminta Granera, directora general de la Policía Nacional de Nicaragua, y presidenta de la Comisión de Jefes y Directores de Policía de la región.

Carrera armamentista

No hay duda, en cualquier caso, de la importancia de los intereses comerciales y geoestratégicos. No se puede obviar, para empezar, la relación de la cooperación antidroga con la venta de armas.

Centroamérica se ha embarcado en los últimos años en una carrera armamentística. Y Rusia ha sido uno de los grandes proveedores. Desde 2009, Rusia ha aportado sólo a Nicaragua ayuda militar superior a los 26 millones de dólares y vendido millones en uniformes, armas, tanques y helicópteros.

En lento desarrollo, Centroamérica es también interesante como emisora de bienes agrícolas y como receptora de inversión en algunos sectores industriales y de infraestructura.

Geoestrategia pura

Pero eso es calderilla. La relevancia de Centroamérica es geoestratégica. Su ubicación no solo la convierte en el vínculo entre los mayores productores y consumidores de cocaína, en el eje Sur-Norte. También es estratégica porque permite pasar del océano pacífico al atlántico, entre Asia, la costa Este de EE UU y Europa, en el eje Este-Oeste.

Pregúntenselo a Panamá. Y si no les convence, pregunten a Nicaragua, Guatemala u Honduras, todos con proyectos interoceánicos que harían competencia al único canal hoy en día existente.

Gustavo Steigner, director financiero del proyecto guatemalteco, es elocuente: “¿En qué somos competitivos? En que estamos en medio de las nuevas rutas del comercio mundial”. Bolívar, quien ya lo anunció en 1815, en la Carta de Jamaica, no se sorprendería con las benévolas proyecciones, gracias en parte al crecimiento de China.

Tenemos aquí a todas las potencias

Hoy Centroamérica es por ello campo de operaciones de todas las potencias. Hace apenas unos meses, casi de manera consecutiva, los presidentes de EE UU y China visitaron la región. Mientras Obama se centró en aspectos simbólicos y temas de largo plazo, el presidente chino, Xi Jiniping, concretó importantes proyectos.

La puerta de entrada de China en la región, Costa Rica, da cuenta del avance en comercio. Entre regalos, el intercambio bilateral se ha multiplicado por 15 desde 2001, hasta convertir a Pekín en el segundo socio comercial costarricense. Pero el núcleo es la inversión en megaproyectos, sobre todo interoceánicos. Las iniciativas de Nicaragua, Honduras y Guatemala cuentan con financiación china.

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