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“Tengo 26 años y ya soy lisiado”

Levin Granado Blandón, trabajador de la Nestlé.

* Joven nicaragüense cuenta el drama que le ha tocado vivir como trabajador en la planta de la Nestlé, ubicada en Matagalpa

Giorgio Trucchi

Levin Granado Blandón tiene 6 años de estar trabajando en la planta de producción de la Compañía Centroamericana de Productos Lácteos SA (Prolacsa- Nestlé), situada en la norteña ciudad de Matagalpa. Con sólo 26 años de edad, este joven trabajador ya es lisiado de por vida. Asegura que se trata de una lesión por esfuerzo repetitivo adquirida en la fábrica.

-¿Cuánto hace que trabajas en Prolacsa?
-Tengo ya seis años de estar trabajando en el área de producción y mi principal tarea es en la línea de empaque de café. Paso todo el día abriendo y cerrando el brazo para jalar los sobres que, luego, se llenan de café. La maquina tira 55 sobres por minuto y no podemos parar. Además es una línea piloto, es decir, un proyecto para optimizar el trabajo y reducir pérdidas, y se emplea solamente mano de obra ya entrenada.

-¿Cuándo comenzaron los problemas físicos?
-Hace cuatro meses comencé a sufrir de fuertes dolores en el hombro derecho y un mes después se inflamó el brazo y la mano. Primero fui donde el médico de la empresa y sucesivamente, donde un especialista en ortopedia, quien me diagnosticó una epicondilitis aguda. El doctor me preguntó qué trabajo hacía y le expliqué que pasaba ocho horas diarias en fábrica, empacando café y haciendo el mismo movimiento de muñeca y codo. Acto seguido me dijo que ese movimiento repetitivo me estaba ocasionando la inflamación y el atrapamiento de los tendones.

Me dio el tratamiento para desinflamar el brazo, sin embargo continué trabajando en el mismo lugar y el dolor empeoró. Sentía el brazo caliente, me punzaba y tuve que volver donde el especialista. A finales del mes de abril me operé del codo para liberar los tendones, y hace 10 días volví al trabajo.

-¿Te reubicaron en otro puesto?
-Para nada. Ahí sigo en el mismo lugar, porque la única restricción médica que tenía era no levantar pesos superiores a las 5 libras. Yo le expliqué que la lesión no se debió al peso, sino al movimiento repetitivo, pero no me hicieron caso. Según el doctor ya estaba bien, porque no tenía ninguna lesión del nervio y ya me habían liberado el tendón. Los primeros días fueron fatales. Después de 4 horas comenzaba el dolor, y lo que hice fue cambiar de postura y de brazo. Voy a regresar donde el médico, aunque la última vez se enojó conmigo porque dijo que ya estaba bien y que el mío era algo psicológico.

-¿Cómo ha afectado tu vida esta enfermedad?
-Me ha afectado mucho, porque ya no me siento la misma persona. No puedo levantar pesos, el dolor no me abandona nunca y es algo que te afecta física y psicológicamente. La doctora de Salud Ocupacional de la empresa ha llegado a la línea donde trabajo a hacer unos estudios, y al final dijo que mi lesión no tiene nada que ver con el movimiento repetitivo. Eso me hace sentir mal e incómodo.

Cuando entré a trabajar yo estaba bien, perfectamente sano, y les he trabajado y servido por seis años. Ahora estoy lisiado y quieren negar su responsabilidad, y esto no es justo.

Fuente: Rel-UITA

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