“Tensión” de Chinchilla con Nicaragua es prefabricada
* Politólogos de Costa Rica coinciden en que mandataria busca levantar su deteriorada imagen recurriendo al tema trillado, y fugazmente efectivo, del patriotismo
Tal como lo hemos planteado, las declaraciones de la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla en contra de todo lo que hace o pretende hacer Nicaragua, obedecen a su desesperado intento por rescatar algo de la mucha popularidad que ha perdido debido a su mal gobierno.
Es lo que plantea el periodista Luis Fernando Cascante, del diario La República, quizás el más serio del país vecino.
La nota a que nos referimos, es la siguiente:
Sabedora de que su popularidad crece cuando entra en conflicto con Nicaragua, la presidenta Laura Chinchilla arremetió una vez más contra la política exterior de ese país.
Su reacción se dio luego de enterarse que el vecino del norte supuestamente ofrece concesiones petroleras en mares nacionales.
Esto hizo en primera instancia que Enrique Castillo, canciller de la República, enviara una nota en la que solicitaba eliminar el anuncio que ofrecía estas concesiones en territorio nacional.
Además, se solicitó reiniciar las negociaciones para definir los límites provisionales entre ambos países.
El tono fuerte de las críticas de la mandataria al decir que Nicaragua está vendiendo su país, pero que debe respetar los límites y soberanía costarricenses, resulta oportuno para levantar la baja popularidad de su Gobierno.
Esa es la lectura que realizan algunos expertos en la materia, que recuerdan que no es la primera vez que Chinchilla acude a tensiones con Nicaragua para acentuar el fervor patriótico.
Sin embargo, se considera que la amenaza es real, pero la problemática viene de años atrás.
“La oportunidad puede ser aprovechada para desviar la atención acerca de su débil desempeño en política interna”, comentó Gustavo Araya, analista político.
Esto es parte de una estrategia mayor de generar un “juego de espejos” hacia sus principales detractores, explicó Araya.
La Presidenta maneja un doble discurso, ya que es sabido que los mares de Costa Rica son ultrajados desde hace años y es contradictorio que de repente se genere una preocupación, consideró por su parte Claudio Alpízar, politólogo nacional.
“Estos acontecimientos pueden levantar la imagen de quien promueve ese patriotismo, pero se disipa luego cuando vuelven a aparecer las preocupaciones de los ciudadanos”, comentó Alpízar.