Nicaragua busca exportar madera certificada
Nicaragua debe trabajar con madera certificada para aprovechar los mercados internacionales más atractivos, como Europa y Estados Unidos, informó este sábado un conglomerado empresarial del país centroamericano.
«Se ha empezado (en los grandes mercados) el proceso de consensuar la necesidad de relacionarse mejor con el medio ambiente, por lo tanto, los productos que estamos ofreciendo van a tener más oportunidad de ser comprados si tienen una nueva relación con el medio ambiente», dijo a Efe el director ejecutivo de la Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial (Unirse), Matthias Dietrich, cuyo conglomerado reúne a 80 empresas nicaragüenses.
En el caso de Nicaragua, las firmas que trabajan con madera certificada todavía no son la mayoría, sino la excepción, según el Consejo de Manejo Forestal (FSC, por su sigla en inglés), una organización internacional de certificación de madera.
Sólo una decena de talleres en Nicaragua trabajan con madera certificada, de un total de 4.000, de acuerdo con datos del sector forestal.
Sobre las exportaciones de productos con madera certificada, «la cantidad es mínima», afirmó el presidente del Consejo Nicaragüense de Certificación Forestal (Conicefv), Marvin Centeno, oficina que representa al FSC en el país centroamericano.
Centeno aseguró que actualmente «sólo hay una unidad de manejo forestal» exportando con las certificaciones concluidas, pues «las plantaciones certificadas todavía no están en proceso de producción».
La certificación de la madera consiste en dar constancia de que la producción de esa materia prima o de muebles no contribuye a la extinción de los bosques, al trabajo infantil, ni a la afectación de la biodiversidad, pero también que cumple con el Convenio 69 de las Naciones Unidas, referido al consentimiento de libre, previo e informado de las comunidades indígenas y campesinas, explicó Centeno.
Lograr la certificación de un bosque requiere el cumplimiento de 147 criterios, afirmó Javier López, gerente de la empresa Desarrollo Ecoforestal, que inició la plantación de 800.000 plantas bajo supervisión hace 13 años en tres fincas de distintas zonas de Nicaragua.
El Conicefv celebró su FSC Friday, que realiza en más de 60 países del mundo el último viernes de septiembre, en una finca de esta compañía porque la considera un ejemplo de cómo el trabajar con plantaciones certificadas contribuye con la protección de los bosques y la biodiversidad.
Durante la actividad también se mostró el ejemplo de una empresa que no sólo elabora muebles con madera certificada convencional, sino también con los que las empresas madereras tradicionales consideran desechos, con buenos precios en el exterior. En este caso, el reto está en el diseño, dijo su representante Matthew Falkiner.
Datos del Centro de Trámite de las Exportaciones (Cetrex), indican que el año pasado Nicaragua exportó 7,3 millones de dólares en madera procesada, 5,8 millones en productos de madera, 2,9 millones en madera aserrada, 1,9 millones en papel y productos afines, y 1,5 millones de dólares en muebles y similares.
No hay datos sobre cuánto de las exportaciones estaba certificado, pero sin un sello verde no entran a los grandes mercados, según la FSC.
Centeno mencionó que el avance de la certificación nicaragüenses todavía no se observa en el aumento de las exportaciones, sino en la variedad de productos.
Dietrich sostuvo que eventualmente los empresarios de madera y muebles en Nicaragua serán como los del café, cuyo producto es el de mayor exportación del país: «tendrán la certificación en la sangre».
Por el momento la apuesta está en hacer conciencia entre los productores, reiteró el representante de Unirse.