Peligroso complot en zonas francas
* Todo arrancó con los celos de sindicalistas hondureños por la migración de varias empresas de su país hacia Nicaragua, y continúa peligrosamente con la intromisión de un organismo norteamericano y un par de apátridas locales
La visita inesperada de un grupo de sindicalistas hondureños a directivos de la Zona Franca de Nicaragua, fue el preludio de una peligrosa campaña que busca destruir la unidad de sindicatos, empresarios y gobierno que se ha logrado conformar en esa inmensa área de producción que alberga a 105 mil trabajadores.
Ocurrió en 2011. Varios sindicalistas hondureños, preocupados por la tendencia de las empresas de maquila asentadas en su país a venirse a Nicaragua, llegaron a “golpear la mesa” a los directivos nicaragüenses, acusándolos de ser los culpables del desempleo en la nación catracha.
“Les dijeron que el modelo que habíamos implementado los estaba afectando”, contó un sindicalista nicaragüense que tuvo acceso a lo ocurrido “y ellos están claros de que en su país difícilmente podrán lograr un tipo de acuerdo como el que tenemos aquí”, señaló.
Negativas por todos lados
Al no obtener respuesta de los directivos de la Comisión Nacional de Zonas Francas, intentaron buscar un resquicio entre los sindicatos de la maquila incitándolos a levantarse contra el gobierno y al no lograrlo, recurrieron a la Liga Sindical Internacional para Responsabilizar a las Marcas, una organización ligada a la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, cuyas siglas en inglés son AFL-CIO.
La Liga, dice nuestro entrevistado, requiere de un contacto legal en los países donde opera, y al no poder trabajar con ninguno de los sindicatos, se pegó a dos ex sindicalistas sandinistas expulsados de la CST, que son Marcelina García y José María Mendoza, quienes en un tiempo fueron marido y mujer.
Ambos son asesorados a tiempo completo por Jack Mahoney, un norteamericano que se ha dado el lujo de organizar protestas en Nicaragua junto a un grupo de simpatizantes, pese a señalar que aquí no hay ningún tipo de libertades, dijo el sindicalista.
Chantaje terrorista
“Lo que nos preocupa es que a través de esa labor que roza con el terrorismo contra nuestro país, intentan llevar a las marcas de Estados Unidos que operan en la zona franca de Nicaragua que aquí se violenta la libertad sindical, y esa gente le tiene temor a la Liga por el boicot que pueden hacerles los compradores”, aseguró.
Y no solamente es preocupación. La labor de zapa de García y Mendoza logró que cerrara una de las marcas cuestionadas, quedando 500 cabezas de familia sin empleo.
“Uno de los problemas es que la Liga de Marcas es tan prepotente que desconoce a las autoridades locales y organiza sus propios ‘sindicatos’ en los países donde opera y de eso se están aprovechando sus asalariados en Nicaragua.
Capacidad para hacer mucho daño
“Nos preocupa lo que están haciendo debido a que el daño puede llegar a ser inmenso, aparte de los 105 mil puestos de trabajo, otros cientos de miles de personas dependen de los 40 millones de dólares que se pagan mensualmente en salarios, ¿qué pasaría si ese dinero no llegara a esos trabajadores?”, se preguntó.
Y de inmediato plantea: “¿No es acaso una forma desfigurada de defender a los trabajadores el buscar el cierre de las empresas donde laboran? Estamos clarísimos de que en el fondo lo que buscan es la desestabilización de Nicaragua”.
Según nuestro entrevistado, hay evidencias de que la Liga de Marcas, afiliada a la AFL-CIO paga un jugoso salario a quienes les sirven de asidero en nuestro país para torpedear el esfuerzo tripartito que se hace en las zonas francas.
Denuncias de trabajadores
“Esto es tan delicado para el país que los trabajadores han firmado denuncias internacionales en contra de la Liga, de sus representantes en Nicaragua y de las intenciones de desestabilización.
“Igualmente denunciarán esto ante la Policía y el Ministerio Público debido a que Marcelina García y ‘Chema’ Mendoza siguen utilizando los sellos y la papelería de la Federación Sindical de Trabajadores de la Maquila e Industria Textil (FES-MIT), como si continuara perteneciendo a la CST, pese a que fueron expulsados”, indicó.
De acuerdo con el sindicalista, los trabajadores que temen perder sus empleos ven a los de la FES-MIT como “apátridas mercenarios”, por lo que no pierden oportunidad para evidenciarles muestras de repudio. “Es que están solamente interesados en el dinero que ganan, sin importarles el daño que causan a sus compañeros y al país”, justificó.
Avanza sofisticación
Actualmente las zonas francas de Nicaragua han logrado gran diversificación, según la fuente, pasando de lo puramente textil a la elaboración de manufactura más sofisticada como los arneses eléctricos para automóviles para Chevrolet, Porshe y BMW, entre otras marcas.
“Aquí hacemos camisas y uniformes para la NBA de Estados Unidos, para las marcas Polo, Adidas, Levi’s y otras. Son 175 fábricas manufactureras y la armonía en que trabajamos incomoda a algunos países y personas que tratan de destruirnos y de paso ocasionar un gran daño al país”, sostuvo.