México con la mayor población de mujeres indígenas en AL
* Le siguen Perú y Colombia y en todos los países existen desigualdades étnicas y de género
La mayor población de mujeres indígenas en América Latina se concentra en México con más de ocho millones 680 mil personas, seguido por Perú (más de tres millones 250 mil) y Colombia (superior a 689 mil), según publica Notimex.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que respecto al total de mujeres del país, en Perú las mujeres indígenas representan 23.8 por ciento, por encima de México (15.3 por ciento), Panamá (12.1 por ciento), Nicaragua (8.8 por ciento) y Ecuador (7.1 por ciento), según información de los últimos censos de la década de 2010.
El organismo reportó que existen más de 670 pueblos indígenas reconocidos por los Estados de la región a los que pertenecen al menos 23.5 millones de mujeres, quienes se encuentran afectadas por profundas desigualdades étnicas y de género.
Así lo revela el reporte “Mujeres indígenas en América Latina. Dinámicas demográficas y sociales en el marco de los derechos humanos” presentado durante la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se desarrolla hasta el 18 de octubre en Santo Domingo, República Dominicana.
El nuevo documento analiza la situación de las mujeres indígenas en nueve países: Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.
Señala que las mujeres indígenas tienen la potencialidad para ser generadoras de bienestar y desarrollo sostenible de sus pueblos, pero sufren discriminaciones de carácter económico, étnico, de clase y de género que se manifiestan en múltiples vulnerabilidades.
Por ello, la Cepal hace un llamado a los países de la región para que pongan en práctica políticas que mitiguen la situación de desigualdad que viven las mujeres de este grupo, basándose en los estándares de derechos humanos y en los principios acordados en las recientes conferencias multilaterales sobre los pueblos indígenas.
El organismo considera que la garantía del ejercicio de los derechos individuales y colectivos de las mujeres indígenas es indispensable para avanzar en la conquista de la igualdad en la región.
Según el reporte, el fenómeno de la migración tiene muchas veces consecuencias negativas en las condiciones de vida de las mujeres indígenas, ya que ellas terminan viviendo en sitios más pobres, precarios y sin seguridad.
Los países con mayor movilidad interna son Panamá (siete por ciento de mujeres indígenas migrantes en los cinco años previos al censo), Uruguay (seis por ciento), Costa Rica (4.6 por ciento) y Ecuador (cuatro por ciento).
Si bien ha habido progresos en materia de educación, más de 90 por ciento de los niños y niñas indígenas de seis a 11 años van a la escuela en la mayoría de los países de la región- los avances son insuficientes, según el informe.
Por ejemplo, menos de 15 por ciento de las jóvenes indígenas de 20 a 29 años lograron terminar el nivel escolar secundario en siete de los nueve países analizados. También se evidencia la pérdida del idioma original como resultado del proceso de escolarización.
La publicación señala además que la maternidad adolescente (de 15 a 19 años) sigue siendo mayor entre las jóvenes indígenas de todos los países analizados, con un rango que va entre casi 12 por ciento en Uruguay a 31 por ciento en Panamá.
En tanto, la tasa de participación económica de las mujeres indígenas está muy por debajo de la de los hombres e incluso de la de las mujeres no indígenas, según la publicación de la Cepal.
Por ejemplo, en Panamá la tasa de participación económica es de 19.3 por ciento entre las mujeres indígenas y de 44.4 por ciento entre las no indígenas; en Colombia los porcentajes son de 20.9 por ciento contra 36.1 por ciento y en Costa Rica de 27.4 por ciento contra 36.3 por ciento.
El informe fue elaborado por la Cepal en el marco del Observatorio de Igualdad de género de América Latina y el Caribe, con la colaboración del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Asimismo, con el apoyo de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-Mujeres), la Fundación Ford y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).