Ticket para poder ir al baño
* Empresa pesquera Pescanova impone régimen de trabajo en Nicaragua que linda con la esclavitud
Gabriela Sánchez
Hilario Calero recuerda al otro lado del teléfono sus cinco años como trabajador de Pescanova. “Teníamos horario de entrada, las 6 de la mañana, pero no contábamos con una hora fija de salida. Normalmente llegábamos a las 24 horas”. 24 horas descabezando y pelando camarones. Denuncia la falta de salario fijo, la prohibición de sindicarse e incluso la inexistencia de descansos.
“No los permitían, tan solo podíamos salir un ratito a almorzar. Tampoco nos dejaban desayunar, así que pasábamos la mayoría del tiempo de trabajo sin ingerir alimentos”, explica a Desalambre desde Nicaragua. «Trabajábamos todo el día. Podíamos ir al servicio después de haber recibido un ticket que teníamos que enseñar al vigilante para que nos dejase ir». Solo entonces tenían permiso para hacer sus necesidades.
La capacidad del sector privado para fomentar el desarrollo de los países empobrecidos queda en entredicho con la falta de respuesta ante los impactos negativos de las diez mayores empresas alimentarias del mundo. Pescanova no pertenece a ellas, pero sí es una de las más grandes de España. Han transcurrido nueve meses desde el inicio de la campaña ‘Tras la Marca’ de Oxfam Intermón que ponía en evidencia la falta de responsabilidad de las multinacionales sobre los países donde se abastecen: todas suspendían.
A principios de noviembre, llegó el compromiso de una de las grandes: Coca-Cola ha respondido. Según dice, evaluará y analizará su cadena de producción para evitar el acaparamiento de tierras del que acusan a algunos de sus proveedores. Es el principio de una llamada de atención para todas las multinacionales acusadas de aprovecharse de la pobreza de los países donde operan.
Pescanova desembarcó en Nicaragua en 2002. Desde entonces, a medida que el gigante expandía sus actuaciones por el país a un ritmo constante -excepto los últimos años, en los que la situación económica del grupo gallego se ha visto muy debilitada-, aumentaban las demandas sobre su impacto negativo en la zona occidental del país.
Diversas ONG y organismos internacionales como el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), Oxfam Intermón, o el Observatorio de la Deuda en la Globalización coinciden: la explotación intensiva del camarón de Pescanova, además de no fomentar el desarrollo de las comunidades pesqueras donde está asentada, perjudica la calidad de vida de la zona debido a sus malas prácticas medioambientales y a las abusivas condiciones laborales impuestas a sus trabajadores.
El antiguo trabajador de Pescanova, como el resto de sus compañeros, cobraba en función de la cantidad de camarones que descabezaba. Por cada 400 gramos de cabezas, 45 centavos de córdoba nicaragüense (menos de 10 céntimos de euro). Su sueldo semanal giraba en torno a las 400 córdobas (11,60 euros).
Hilario dejó de tener trabajo cuando sus jefes descubrieron que él, junto con otros de sus compañeros, intentaba sindicarse para solicitar mejores condiciones. “Tuvimos mucha presión después de que 25 trabajadores intentásemos organizarnos en un sindicato. A partir de ahí, iba a trabajar, me decían que no había producción, y regresaba a casa. Hasta que tuve que dejarlo”.
Las denuncias van más allá del ámbito laboral. “Pescanova ha reducido significativamente la producción de las familias costeras, esto afecta directamente a su capacidad de supervivencia diaria. Debido al despale del mangle, a la contaminación generada por los productos químicos que lanza desde sus granjas camaroneras al mar y a la sobreexplotación, cuando los pequeños pescadores van a faenar, no hay peces”, denuncia Martha Flores, portavoz del Movimiento Social nicaragüense ‘Otro Mundo es posible’ en conversación telefónica con Desalambre.
“El impacto es muy fuerte porque todas las comunidades aledañas viven de la pesca. Este es el sustento para sus familias”. Desde eldiario.es nos hemos puesto en contacto con la multinacional pero, tras solicitar el envío de las preguntas a través de correo electrónico, no ha respondido.