Plástico para educar y dar empleo
* Un proyecto de Fundación Familias Unidas, de España, que implica desde las escuelas a toda la ciudad de Estelí y permite reciclar y generar recursos humanos
«Hay dinero que se tira a la basura». Es lo que pensó Mercy Rojo, de Fundación Familias Unidas, cuando ideó este proyecto que se desarrolla en Estelí, una localidad del norte de Nicaragua de unos cien mil habitantes, y con muchas comunidades rurales en sus alrededores. Se trata de una población con un nivel de pobreza alto.
Lo que vio fue la ingente cantidad de plástico (botellas, envoltorios…) que acaba en el vertedero. Desde la fundación idearon este proyecto en el que participan todas las escuelas de la ciudad y las comunidades rurales.
«Damos botes a los niños para que traigan botellas y otros recipientes, envoltorios… de la casa. De los centros escolares los llevamos a una instalación donde se realiza su reciclaje, y que hemos construido con este fin», explica Rojo, que es la responsable de comunicación y del área de Educación para el Desarrollo.
Con la instalación de reciclaje se han creado puestos de trabajo para los habitantes de la zona. Además, los beneficios obtenidos se revierten en las escuelas: «Entregamos unos bonos que se pueden canjear por material escolar: cuadernos, pinturas, mapamundis…», señala Rojo.
«Una de las ayudas que llevábamos a cabo desde la organización era proveer de material escolar a los centros, pero con la crisis, las aportaciones de los socios han bajado muchísimo, lo mismo que la financiación de las administraciones públicas», reconoce.
«Por eso, es muy importante crear proyectos que puedan autogestionarse y sostenerse por sí mismos, como este», subraya Mercy Rojo, quien recuerda que Fundación Familias Unidas lleva 16 años trabajando en la zona de Estelí. «No queríamos que se perdiese todo lo que se había creado con el esfuerzo de muchos años de nuestros socios», dice esta responsable.
«Afortunadamente, gracias a esta ayuda del Gobierno de Aragón vamos a poder poner en marcha el proyecto, porque la maquinaria de la factoría de reciclaje es carísima» dice Mercy Rojo.
Sensibilización ambiental
El proyecto tiene otra faceta más: la sensibilización ambiental de los escolares. «En todos los centros hemos desarrollado talleres de cómo reciclar y la necesidad de hacerlo, no solo por el medio ambiente sino por nuestra salud, porque al reciclar se disminuyen los focos de contaminación por acumulación de basura».
Esta labor de sensibilización tiene otra faceta positiva, y es que los talleres se llevan a cabo por monitores, con lo que la campaña consigue ser también una fuente de creación de empleo. Se realizan talleres dirigidos al alumnado, capacitaciones al personal docente y charlas a padres, así como actividades de difusión (campañas, ferias, festivales, etc.), que ayuden a crear una conciencia ecológica y a mejorar la gestión de los residuos.
En 2011 se desarrolló un proyecto piloto de educación ambiental y reciclaje de residuos plásticos en el Departamento de Estelí. Durante ese año se establecieron convenios con diferentes escuelas departamentales para la recogida de botellas elaboradas con plástico ‘pet’. Entre 2011 y 2012 se recogieron un total de 129.242,50 kilos de plástico y se trabajo temáticas de educación ambiental con 6.000 alumnos de escuelas de la región.
Familias Unidas tiene también proyectos en República Dominicana, donde desarrolla diversas actividades dirigidas a mejorar los índices de salud de 2.000 familias de los barrios La Mina y Nueva Esperanza, en Santo Domingo.