“Krokodil” o «droga zombi», boleto hacia el infierno
Ver los daños que produce entre los adictos, es escalofriante. El nombre que se le da en la calle a esta droga de origen casero, no permite ver el horror que se esconde en sus terribles y mortales efectos.
El nombre que se le da a esta desomorfina es «krokodil» (cocodrilo), probablemente debido a una derivación del nombre clorocodida y al aspecto de piel verde y escamosa que produce en usuarios habituales.
«Krokodil» ha ganado una terrible popularidad al ser responsable de la producción de gravísimos daños en los tejidos, tales como flebitis y gangrena, requiriendo muchas veces la amputación de miembros en usuarios de larga duración.
La desomorfina, también llamada dihidrodesoximorfina o Permonid, fue creada en 1932 en los EU y es un derivado de la morfina.
Posee efectos sedantes y analgésicos, siendo entre 8 a 10 veces más potente que la morfina. Fue utilizada en Suiza bajo el nombre comercial Permonid.
El caso «Krokodil»
La desomorfina llamó la atención en Rusia en el año 2010 debido al incremento en la producción clandestina de esta droga, muy probablemente por su síntesis relativamente sencilla a partir de la codeína.
Esta droga puede ser fácilmente elaborada a partir de medicamentos que contengan codeína, como jarabes para la tos o tabletas, yodo y fósforo rojo, en un proceso que resulta similar a la síntesis de metanfetamina a partir de la pseudoefedrina.
Sin embargo, la desomorfina sintetizada de esta forma es muy impura y se encuentra contaminada con varios subproductos orgánicos tóxicos y corrosivos.
Se utiliza como una droga alternativa a la heroína ya que resulta mucho más barata, y las tabletas de codeína pueden conseguirse aún sin prescripción.
Debido a que esta mezcla se inyecta rutinariamente, prácticamente sin ningún proceso de purificación, el «krokodil» ha ganado una terrible popularidad al ser responsable de la producción de gravísimos daños en los tejidos, tales como flebitis y gangrena, requiriendo muchas veces la amputación de miembros en usuarios de larga duración.
El grado de daño sobre tejidos es tan elevado, que la expectativa de vida de los adictos a esta droga es de dos o tres años.
El abuso de la desomorfina de fabricación casera fue detectado inicialmente en Siberia central y del este hacia el año 2002, pero desde entonces se ha extendido por toda Rusia y vecindades.
En octubre de 2011 se encontraron indicios de «krokodil» en Alemania.
En marzo de 2013 se encontraron rastros de ella en Argentina.
En octubre de 2013 personal médico en los estados de Arizona e Illinois, en Estados Unidos, reportó cinco casos de pacientes que mostraron lesiones en piel y músculos compatibles con el uso de esta droga.