Polémica película se estrenará en Nicaragua

* «Deseo» plasma las relaciones lésbicas de una cuarentona y sus amantes, entre ellas una adolescente de 16 años

Nicaragua y Costa Rica serán los próximos países en ver a Edith González en una relación lésbica con Paola Núñez.

En estos territorios centroamericanos se estrenará en cines Deseo, filme donde ambas actrices sostienen secuencias eróticas, luego de conocerse.

“No podré ir por trabajo, pero los distribuidores allá creen mucho en la película, más que los mexicanos”, señala González.

La historia, ópera prima de Antonio Zavala, es una adaptación libre de La ronda, del escritor austriaco Arthur Schnitzler, que cuando se montó en teatro en su país natal, fue retirada en cinco ocasiones por su temática.

En México, donde aún se encuentra en cartelera, distribuidores la desecharon por considerarla con un alto potencial taquillero, pero con una temática en la que no querían verse inmiscuidos.

Deseo muestra las relaciones sexuales entre varios personajes: una joven sexoservidora (Gaitán, Las Aparicio) y un marino (Gerardo Taracena, El violín); un joven (Ari Borovoy) y una mujer mayor casada (Christian Bach), además de un empresario (Pedro Damián) y una estudiante (Nuñez).

Cada uno aparece en la historia de otros, por diversas situaciones, como amigos en común o por estar en ese momento.

La cinta expone la homosexualidad y el erotismo desde el punto de vista del personaje de González, quien da vida a una actriz lesbiana que busca la compañía de sus amantes para olvidar su terrible soledad.

Edith interpreta el papel de una lesbiana que compra amor y realiza una escena muy subida de tono con la joven Paulina Gaitán, quien apenas era una adolescente cuando hizo las escenas con Edith (tendría cerca de 16 años).

Debido a la juventud de Gaitán, González trató de ser respetuosa y la apoyó dándole confianza al momento de las escenas de caricias y besos.

Respecto a las escenas, González dijo: “están hechas de manera muy estética, respetando que todos somos personas sensibles”.

El proyecto también fue la primera experiencia de González en el mundo de la producción, pues ayudó a conseguir recursos para poder rodarse.

“A Deseo le ha ido bien, el problema es que se tiene poco que esperar cuando ves a una sola película salir con mil 700 pantallas y uno sólo llega a tener 44”, señala la actriz.