Empieza lucha por reemplazar a “El Chapo”
* Los capos de la droga en Centroamérica realizarán sus mejores jugadas en busca de quedarse con la organización, los contactos y las rutas del apresado “jefe de jefes”
Tras la captura de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, se prevé una dura lucha para controlar el trasiego de drogas desde el sur del continente, según estiman autoridades regionales que le han dado seguimiento al cártel de Sinaloa.
“El Chapo” entraba y salía de Honduras como “Pedro por su casa”, sin embargo, también utilizaba el territorio y a traficantes y sicarios de otros países para mover importantes cargamentos de droga hacia Estados Unidos.
En Costa Rica se habla actualmente de que Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo”, era una pieza clave para el cártel mexicano de Sinaloa. Jiménez ha sido señalado como un capo centroamericano que mandó a asesinar a su ex socio nicaragüense Henry Fariñas, de quien en nuestro país se dijo que pertenecía a “La Familia Michoacana”.
En el atentado, realizado en Guatemala en julio de 2011, Fariñas sobrevivió, no así su acompañante y amigo, el cantautor argentino Facundo Cabral, a quien iba a dejar al aeropuerto.
Los gobiernos del istmo, incluido el tico, insisten en que sus territorios solo sirven de paso, no obstante, La Nación recuerda que en diciembre del 2010 el entonces representante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Phil Springer, afirmó que esa organización ya tenía una base de operaciones en Costa Rica y que este ya no era un país solo de tránsito.
En torno a “El Chapo”, tras su captura el fin de semana pasado se agregan nuevas aristas en la composición de los cárteles del narcotráfico en la región. “En la región operan bandas criminales que están vinculadas con el cartel de Sinaloa y se prevé una dura lucha para controlar el trasiego de drogas desde el sur del continente”, señala Proceso Digital.
La razón es sencilla: el cartel de Sinaloa, del que El Chapo Guzmán era su máximo líder, es una de las organizaciones más fuertes con presencia en Centroamérica, especialmente en las rutas del Pacífico.
La organización criminal tiene aliados bien establecidos en el triángulo norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador), además mantienen una férrea disputa de territorios con el cártel de Los Zetas, con quienes se disputan el trasiego de la droga.
Para el caso, el cártel de Sinaloa tiene fuertes vínculos con “Los Chamales”, que operan en el Pacífico guatemalteco, específicamente en San Marcos, zona limítrofe con Honduras.
Este lunes, fuentes de la Policía hondureña confirmaron que dos miembros de ese cuerpo del orden fueron separados, hace un par de años, porque presuntamente brindaban seguridad a El Chapo Guzmán.
El jefe del Directorio Estratégico de la Policía Nacional de Honduras, Elder Madrid, se refirió a la tan llevada y traída presencia del narco en el país, y agregó que “siempre fueron rumores, nunca se confirmó, incluso hubo acciones de separación de algunos oficiales porque se mencionaba que brindaban protección a El Chapo, pero al momento de ejecutar la investigación esa información nunca fue confirmada”.
El oficial mencionó que tuvieron información que Guzmán Loera estuvo en sendas fiestas celebradas en Copán y el paradisíaco puerto de Tela, aunque insistió que no lograron confirmar este extremo.
Hace tres meses, en declaraciones al periódico español El Mundo, el viceministro de Defensa Carlos Roberto Funes, confirmaba que jefe del cartel de Sinaloa se paseaba por el occidente de Honduras. “Sí, el Chapo Guzmán podría estar en Honduras”, admitió en esa oportunidad.
Por su parte, Óscar Álvarez, ex ministro de Seguridad y jefe de la oficialista banca del Partido Nacional en el Parlamento, rememoró que durante su gestión como ministro tuvo “información no confirmada de que El Chapo Guzmán había llegado a nuestro país (Honduras) para descansar supuestamente y coordinar con sus capos, el trasiego de drogas a través de nuestro territorio, pero fueron informaciones no confirmadas”.
Añadió que “la información que llegó es que se movía en lugares como Copán y la zona Atlántica”.
En ese sentido, Álvarez indicó que “en su momento cree una unidad de 10 hombres, dedicada única y exclusivamente a buscarlo en el país pero nunca hubo éxito, yo salí de ministro de Seguridad y no se pudo continuar con ese tema”.
Los tentáculos del cártel de Sinaloa en Centroamérica
El cartel de Sinaloa es considerado uno de los grupos del narcotráfico más organizados en la región. Cabe recordar que el 15 de diciembre de 2011, las autoridades hondureñas lograron la extradición del capo guatemalteco Mario Ponce Rodríguez, quien fue enviado a Estados Unidos bajo fuertes medidas de seguridad. Al detenido se le vincula con las operaciones del cartel de Sinaloa.
Ponce Rodríguez guardó prisión en la cárcel de máxima seguridad ubicada en Támara, Francisco Morazán. Al capo guatemalteco se le acusó por el delito de conspiración para tráfico de cocaína hacia el país del norte.
Ponce, de 42 años, fue capturado a inicios de mayo de 2010, a bordo de un helicóptero, junto a dos acompañantes, uno guatemalteco y otro hondureño.
Al imputado también se le siguió juicio en Honduras por presunto lavado de activos y narcotráfico, de donde se le liberó de toda responsabilidad, por lo que la defensa había presentado una apelación para detener su extradición.
En tanto en El Salvador, la organización criminal que lideraba El Chapo Guzmán, tiene relación con la banda “Los Perrones”, uno de los grupos más fuertes que trasiegan droga en la región centroamericana, revelan informes de organismos especializados en el combate del tráfico de drogas.
Esa información detalla que El Chapo contrató a Reynerio Flores -líder de “Los Perrones” detenido en mayo de 2009 en Honduras-, para movilizar con transportistas locales cocaína entre Costa Rica, Nicaragua y Honduras hasta Guatemala, y llevar dinero a Panamá.
También se establece que el cartel de Sinaloa opera con vínculos en los departamentos de Cortés, Colón, Copán, Atlántida y Santa Bárbara, fronterizos con Guatemala, donde se investiga si El Chapo tiene propiedades.