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Nicaragua y Ecuador contra crimen organizado

Aminta Granera y José Serrano, ministro del Interior de Ecuador.

Aminta Granera y José Serrano, ministro del Interior de Ecuador.

* En nuestro país las pandillas están empezando a trabajar como sicarios y a involucrarse en el tráfico de personas, asegura Roberto Petray

Holger Alava
Diálogo América

Las fuerzas policiacas de Nicaragua y Ecuador –que han logrado importantes éxitos en mejorar la seguridad pública- acordaron recientemente cooperar para combatir al crimen organizado y las pandillas callejeras.

Nicaragua y Ecuador tienen dos de las tasas de homicidios más bajas en Latinoamérica, gracias en gran parte a los esfuerzos de sus respectivas fuerzas de seguridad. Ahora, funcionarios policiacos de ambos países compartirán sus estrategias, tácticas y métodos de entrenamiento.

El 6 de marzo de 2014, Aminta Elena Granera Sacasa, Directora General de la Policía Nacional de Nicaragua, visitó Quito para encontrarse con funcionarios de seguridad ecuatorianos, incluyendo al Ministro del Interior, José Serrano, y para firmar el acuerdo de cooperación de seguridad.

Las fuerzas de seguridad nicaragüenses han registrado importantes éxitos en el combate contra grupos del crimen organizado que operan en ese país. El Cártel de Sinaloa, por ejemplo, usa rutas de tráfico de drogas en Nicaragua. Los Zetas y el Cártel del Norte del Valle, un grupo colombiano de tráfico de drogas, también transportan drogas a través de Nicaragua.

Las fuerzas de seguridad nicaragüenses han sido exitosas en el combate a estos grupos del crimen organizado y a las pandillas locales, dijo Serrano al firmar el acuerdo de cooperación.

La Policía Nacional de Nicaragua está teniendo éxito porque no sólo reacciona al delito, sino que busca prevenirlo, dijo Granera. “Nuestro modelo policial es preventivo, proactivo y orientado a la comunidad, aunque somos la fuerza policiaca más pequeña de la región, hemos tenido los mejores resultados de la región y del mundo.”

Las pláticas que llevaron al acuerdo iniciaron en agosto de 2013, cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, y Serrano viajaron a Nicaragua para discutir temas de seguridad con las autoridades nicaragüenses.

Éxitos policiacos en Nicaragua y Ecuador

La seguridad pública ha mejorado en Nicaragua y Ecuador en años recientes, gracias en gran parte al trabajo de los funcionarios de seguridad, dijeron las autoridades.

Por ejemplo, Nicaragua terminó 2013 con una tasa de 9 homicidios por cada 100,000 habitantes, la menor tasa de homicidios en Centroamérica y una de las más bajas en Latinoamérica, de acuerdo con un reporte publicado en enero de 2014 por Francisco Díaz, subdirector de la Policía Nacional de Nicaragua. El país tiene 6 millones de habitantes.

En 2012, la tasa de homicidios en Nicaragua era de 11 por cada 100,000 habitantes.

La tasa de homicidios en Ecuador cayó en 27% entre 2008 y 2012, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Ecuador registró 2,638 homicidios en 2010.

En 2012, Ecuador registró 1,884 homicidios, Fue la menor cantidad de homicidios en Ecuador desde el año 2000. Alrededor de 15 millones de personas viven en Ecuador.

Intercambio de información

El acuerdo entre las autoridades de Nicaragua y Ecuador cubre el intercambio de información y programas relacionados con la seguridad interna y pública, así como métodos de entrenamiento para personal de seguridad. Las fuerzas de seguridad de los dos países también intercambiarán analistas y técnicos en computadoras que asistirán a conferencias y seminarios para mejorar sus habilidades, dijeron las autoridades.

“La importancia de este acuerdo es que se realiza entre países con ciertas similitudes culturales y demográficas que enfrentan retos similares, como los vínculos del crimen organizado internacional con las pandillas locales”, señaló Héctor Chávez Villao, analista de seguridad de la Universidad de Guayaquil.

“Cuando las autoridades de los países empiezan a compartir experiencias profesionales, las posibilidades de éxito son mayores si los retos que enfrentan son similares”, dijo Chávez Villao.

Trabajar con la comunidad

Los agentes de policía de Nicaragua trabajan de manera estrecha con las comunidades que sirven, desarrollando la confianza, dijo Granera Sacasa. Esta confianza es crucial, porque la policía cuenta con los miembros de la comunidad para recibir información.

“El éxito de nuestra policía se explica por su vínculo con raíces profundas en la comunidad”, declaró Granera. “Integramos tres tipos de trabajos de prevención en el campo: el simple oficial de policía en patrulla, puntos de revisión e inteligencia y compartir información de trabajo preventivo con otras agencias gubernamentales”.

“Nicaragua se ha convertido en un muro de contención para evitar que las pandillas y armas que vienen del norte hacia el sur pasen por nuestro territorio”, explicó Granera.

Cárteles de la droga buscan alianzas con pandillas nicaragüenses

Crear vínculos estrechos con la comunidad es crucial para las fuerzas de seguridad de Nicaragua en su combate contra las organizaciones delictivas trasnacionales, como el Cártel de Sinaloa, dijo Roberto Petray, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos. Los grandes grupos del crimen organizado a menudo forman alianzas con las pandillas locales y la policía necesita información sólida para desarrollar estrategias y tácticas.

La colaboración entre las pandillas de Nicaragua y organizaciones delictivas trasnacionales como el Cártel de Sinaloa y Los Zetas es muy evidente en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), señaló Petray.

“Las pandillas nicaragüenses están empezando a trabajar como sicarios y a involucrarse en el tráfico de personas. Estas actividades deben ser controladas por la Policía Nacional porque están empezando a ocurrir en el país”, agregó Petray.

En febrero de 2012, las fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Joaquín “El Chapo” Guzmán, el líder del Cártel de Sinaloa.

Tráfico de armas y violencia

Aunque la tasa general de homicidios en Nicaragua es relativamente baja, la tasa de asesinatos es mayor en la RAAN, debido a la actividad del crimen organizado, afirmó Mónica Zalaquett, directora del Centro de Prevención de la Violencia (CEPREV). Por ejemplo, en 2011, la tasa de homicidios en la RAAN fue de 18 asesinatos por cada 100,000 habitantes.

“Centroamérica está siendo golpeada por el crimen organizado y Nicaragua no es la excepción. En años recientes no sólo ha habido un aumento considerable en el tráfico de drogas, sino un aumento en el tráfico de armas”, dijo Zalaquett.

Actividad de cártel mexicano de la droga

Debido a la vigilancia de las fuerzas de seguridad nicaragüenses, los operadores de cárteles mexicanos de la droga han utilizado en años recientes métodos inusuales para operar en el país.

Por ejemplo, en agosto de 2012 las fuerzas de seguridad nicaragüenses arrestaron a 18 mexicanos que ingresaron al país fingiendo ser periodistas de Televisa, la organización mexicana de noticias. Los 18 fingieron ir a Managua a cubrir un juicio penal de alto perfil de un hombre acusado de lavado de dinero y tráfico de drogas.

Funcionarios de seguridad nicaragüenses también decomisaron 9.2 millones de dólares en efectivo. El grupo de falsos periodistas era encabezado por una mujer identificada como Raquel Alatorre Correa. Ella afirmó ser presentadora de noticias de Televisa. Uno de los sospechosos presuntamente tiene nexos con Los Charros, una pandilla mexicana que contrabandea drogas y otros artículos ilegales de Costa Rica a Nicaragua y México. Los Charros tienen vínculos con el Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana, otra organización delictiva trasnacional mexicana.

En diciembre de 2013 un tribunal nicaragüense declaró a los 18 detenidos culpables de lavado de dinero y tráfico de drogas.

Los falsos periodistas fueron repatriados a México para cumplir sus condenas de prisión, dijeron las autoridades.

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