Costa Rica-Nicaragua: La oportunidad perdida
*Los gobernantes deben tener presente que un porcentaje demasiado grande de sus pueblos no sacia su hambre comiendo soberanía sino solamente arroz y frijoles.
Editorial de CentralAmericaData.com
Es indudable que cualquier gesto de acercamiento con el gobierno del Presidente Ortega conllevaría costos políticos para Luis Guillermo Solís, próximo presidente de Costa Rica. Pero es claro que era éste – el inicio de su gestión- el mejor momento para hacer ese gesto, propiciando el alivio de la tensión por el litigio fronterizo en la zona caribeña.
Pero Solís hizo todo lo contrario. La exclusión de Nicaragua de su gira para invitar en forma personal a los mandatarios centroamericanos a la toma de posesión de la presidencia de Costa Rica, es un mensaje agresivo que no contribuye en nada a la solución de un problema, que más allá de quienes tengan las razones más valederas, sólo se resolverá con valentía política y diálogo franco.
Parece claro que -pese a siempre altisonantes declaraciones de los gobernantes de turno- la integración centroamericana es una entelequia que solo tiene visos de realidad en el ámbito empresarial, lo que se demuestra en el intenso comercio intra regional.
Quizás sea hora de que las gremiales empresariales de ambos países se reúnan para -si es viable- formular un plan de desarrollo de la zona en litigio y de toda la frontera común. Sería la mejor forma de arrinconar a los funcionarios que inflan el pecho hablando de integración, obligándolos a actuar en forma acorde a los intereses de sus pueblos, de los que un porcentaje demasiado grande no sacia su hambre comiendo soberanía sino solamente arroz y frijoles.