¿Visitas conyugales con carcelero a la par?

Los controles en las cárceles de Nicaragua se parecen cada vez más a los utilizados en los grandes penales de Estados Unidos: inspección rigurosa que cae en el abuso y lo último es que durante las visitas, los familiares ven a los reos a través de un cristal y hablan con ellos a través de un auricular.

Otra denuncia que suena a insólita es que en las visitas conyugales ya no tienen acceso a un baño y las realizan junto a un agente de seguridad. ¿Voyeurismo carcelario?

“Me he sentido abusada en cuanto a las requisas, hay unas que tienen que ser por seguridad, pero otras son por violencia”, dijo la representante del grupo de mujeres Pro Reo, Mixsi Segura, en conferencia de prensa el viernes.

Las mujeres, citadas por la agencia Efe, denunciaron que pasan revisión más de tres veces, son obligadas a despojarse de sus ropas, y a veces sufren violencia física.

“Te hacen que te quités el sostén, o te meten la espátula (detector de metales) en medio de las piernas, a tal extremo de golpear, ellos me tocan”, señaló Segura.

También denunciaron que el número de personas para las visitas familiares se redujo de ocho a tres, y que ya no se permite el contacto físico, pues únicamente observan a sus reos a través de un cristal y los escuchan por medio de un auricular.

Las esposas de los reos fueron acompañadas en sus denuncias por la Red de Mujeres Contra la Violencia y por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Una delegación del Subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (SPT) visitó Nicaragua a inicios de este mayo para evaluar los derechos humanos de los reos en el país centroamericano.

Tras la visita, la principal recomendación del SPT fue garantizar la protección de los reos del Sistema Penitenciario Nacional y garantizar que no hubiera represalias para los privados de libertad que hubieran hablado con la delegación.