Nicaragüense muere en pasillo de hospital español
Después de esperar más de cuatro horas en un hospital de Toledo, España, la joven migrante nicaragüense Jeaneth de los Ángeles Beltrán, falleció el viernes pasado en la Sala de Emergencias.
Una tragedia con resultados devastadores para los familiares de Jeaneth, que ahora buscan completar más de seis mil euros para repatriar el cuerpo de la compatriota a Managua, de donde era originaria.
Desde la llegada al poder del actual presidente español, Mariano Rajoy, se puso trabas al acceso a la salud de los migrantes ilegales, pero en el caso de la nicaragüense fallecida ese debate apenas comienza.
Lo que interesa saber a los dolidos familiares y a la comunidad nicaragüense en Toledo, son las causas de semejante tardanza en la atención a la ahora fallecida en los pasillo de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud, después de más de cuatro horas de espera con un dolor intenso.
La joven llegó al centro sanitario con vómitos y dolor de cabeza, síntomas que apuntaban a un cuadro de cefalea, por lo que fue calificada de bajo riesgo, según diarios de Toledo. Posteriormente, al sufrir un empeoramiento en su situación, fue trasladada al servicio de Medicina Intensiva, donde finalmente Jeaneth de los Ángeles falleció.
La autopsia reveló que la muerte de Beltrán estuvo motivada por una patología grave de origen renal, que probablemente desconocía la propia paciente dado que no estaba diagnosticada, de acuerdo con el hospital.
El director médico del hospital Virgen de la Salud, Pedro de la Iglesia, en un comunicado expresó sus condolencias a los familiares de la joven nicaragüense y pidió respeto a los profesionales y a la investigación en marcha.
Desde el momento en el que se tuvo conocimiento de los hechos el pasado viernes, la Dirección del hospital procedió de oficio a la apertura de una investigación rigurosa con el fin de establecer lo que había ocurrido, «tal y como es práctica habitual cuando se produce un fallecimiento sin causas diagnosticadas».
Además de la Iglesia quiso dejar claro que la muerte de Jeaneth de los Ángeles nada tiene que ver con su situación irregular en España, dado que «el servicio de Urgencias no hace ningún tipo de discriminación con los pacientes».
Se defiende así de las críticas de varios colectivos sociales y de la familia de la finada. Tampoco puede vincularse el fallecimiento, advirtió, con ninguna saturación de las Urgencias. Es cierto que durante los días anteriores hubo una alta frecuentación de pacientes. Pero el pasado viernes, 23 de mayo, «no había ningún tipo de saturación».
En tanto, Yanina Valle, prima de la fallecida, dijo que en la mañana del domingo todavía faltaban unos tres mil euros para poder pagar la repatriación. La familia está recibiendo el apoyo sobre todo de sus compatriotas nicaragüenses, que se están acercando a llevarles dinero, o lo están ingresando en la cuenta corriente abierta exclusivamente para este fin en un banco.
Lo que hasta ahora no ha llegado es ninguna ayuda institucional. La familia también agradece la colaboración de la parroquia de San Julián, la comunidad evangelista y la funeraria San Román, que le está poniendo todas las facilidades «y es la única que nos está apoyando en estos momentos».
Pendiente de la repatriación del cuerpo, la familia todavía no ha denunciado lo ocurrido ante las autoridades. Además, advierte que lo primero es que no tiene ni abogado. Hasta el momento está contando públicamente lo ocurrido a través de los medios de comunicación.
Además, la prima de la fallecida pide un respeto para los inmigrantes en España sin papeles, «porque no deberían tratarnos como nos han tratado». Sobre todo reclama «que, por favor, no vuelva a pasar esto».
Gestión complicada
El gerente de la Funeraria San Román, José María San Román, confía en que a finales de semana el cuerpo de Jeaneth de los Ángeles pueda salir en un avión en dirección a Nicaragua. La empresa se está encargando de hacer todas las gestiones oportunas, que son bastante complicadas.
En primer lugar, advierte San Román, hay que pedir una autorización al Consulado de Nicaragua para repatriar el cadáver. Entonces, ya se podrá embalsamar el cuerpo, se mete en el féretro y se prepara la documentación. Esta tiene que pasar por el Tribunal Superior de Justicia de Albacete. Porque cuando la repatriación del cuerpo se hace a un país sudamericano o africano, sobre todo, el juez no tiene jurisprudencia, y tiene que apostillar la documentación un Tribunal Superior. Así se reconoce, por ejemplo, la fiabilidad de la licencia de enterramiento, entre otros documentos.
San Román advierte que el tiempo es primordial, sobre todo para el embalsamamiento del cadáver, imprescindible para trasladarlo a otro país. En un principio, la intención de la familia era incinerar el cuerpo de la joven. Pero al final ha optado por repatriar el cadáver. La funeraria necesita saber lo antes posible si va a ser así, para preparar el cuerpo, en un proceso que además es costoso. Después podrá estar en la funeraria el tiempo que sea necesario, hasta que legalmente pueda salir del país.
Después, el cuerpo tendrá que pasar la aduana en una caja soldada, con interior de zinc, en la que se certifique ante aduanas que sólo está el cuerpo. Y con el permiso del Consulado de Nicaragua, el féretro podrá volar al país.