Agua y salud
Rubén Aguilar Valenzuela
* La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que por cada dólar que se destina al suministro de agua potable, a más de que se salvan vidas, se ahorran entre 3.00 y 36.00 dólares en el sistema de salud porque se evitan las enfermedades propias del subdesarrollo.
El sacerdote Iván Ilich (Viena, 1926-Bremen, 2002), que fundó el Centro Intercultural de Documentación (CIDOC) en Cuernavaca, que operó en la década de los setenta, decía que para resolver el problema de la salud en el mundo había que invertir en sistemas de agua, para que todos tuvieran acceso a ella, y no en la formación de médicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que por cada dólar que se destina al suministro de agua potable, a más de que se salvan vidas, se ahorran entre 3.00 y 36.00 dólares en el sistema de salud porque se evitan las enfermedades propias del subdesarrollo.
De los siete mil millones de habitantes que tiene el mundo, todavía 760 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Son un poco más del 10% de la población mundial. La buena noticia es que hace 15 años era el doble. En esta materia se ha cumplido la meta que se trazó la ONU dentro de los objetivos del Milenio.
Si bien el 89% de los habitantes del planeta accede al agua potable, sólo el 25% tiene red de agua corriente en su casa. A pesar de este gran logro todavía 2,500 millones de personas carecen de servicios de saneamiento mejorado. De éstos, 1,000 millones de personas defecan al aire libre, 761 millones usan servicio público o compartido y 693 millones instalaciones que no cumplen con las normas mínimas.
Los retos de la OMS y la UNICEF, para los próximos años en esta materia son:
Nadie debe defecar al aire libre.
Todos deben disponer de agua potable, saneamiento e higiene en las casas.
Esto también debe suceder en las escuelas y centros de salud.
Las instalaciones deben ser sostenibles.
Las inequidades en el acceso al agua y el saneamiento deben de ser eliminadas.
El acceso al agua es prerrequisito sine qua non para mejorar todos los indicadores de desarrollo y con ello superar una gran parte de los problemas de salud. Hay una relación directa entre desarrollo y dotación de agua potable y saneamiento. El tener agua limpia, potable, está al centro del progreso humano.
La importancia de la dotación del agua potable es algo que todos comprenden y valoran, autoridades y sociedad, pero resulta más difícil se entienda el tema del saneamiento que implica un gasto en infraestructura más complejo y que en su mayoría va enterrado. A muchas autoridades les cuesta invertir en este campo porque “no se ve”.