“Negociar tratado sin modificar sentencia de La Haya”
El doctor en Derecho Internacional, Norman Miranda Castillo, dijo al diario El Universal de Colombia, que Nicaragua no cederá “ni una pulgada de mar” en caso de que se concrete el acuerdo que está solicitando el mandatario de la nación sudamericana.
Miranda, experto en derechos de mar, ha dicho en otras entrevistas que Colombia no puede oponerse a la solicitud de Nicaragua de extender su plataforma, porque corresponde a aguas internacionales y no de los colombianos.
La entrevista con El Universal es esta:
– ¿Cómo se recibe en su país la propuesta de negociar un tratado de límites con Colombia?
Es positivo que el presidente Santos haya procedido con el diálogo y no haya escuchado al mandatario anterior, que ha clamado por desacatar el fallo de la CIJ. Pero me causa extrañeza: durante décadas Colombia no tuvo ninguna disposición para negociar con Nicaragua. ¿Por qué ahora sí quiere un tratado? Eso es extraño, pero enhorabuena que lo haga.
– ¿Es decir, Nicaragua sí quiere negociar ese tratado?
La pregunta es ¿negociar qué y para qué? Si es una negociación para implementar el fallo de la CIJ, sobre todo la responsabilidad conjunta frente al manejo de la reserva Seaflower, que tiene 300 mil kilómetros cuadrados compartidos, bienvenida sea. Si es para que ambas armadas hagan patrullajes de prevención contra el narcotráfico, pues para eso no se necesita tratado, solo un acuerdo. Pero lo que no es viable, en lo que no puede haber negociación, es en cambiar la sentencia de la CIJ. Nicaragua no puede aventurarse a quedar bajo el artículo de la Constitución de Colombia que dice que una modificación de límites tiene que hacerse mediante un tratado; eso no tiene asidero desde el punto de vista del Derecho Internacional.
– ¿Qué ambiente percibe en la Asamblea Nacional de Nicaragua?
El Congreso, de manera monolítica, aportaría un sí a un acuerdo que sea a favor de la sentencia del 19 de noviembre de 2012. En eso, aquí el poder Legislativo está en sintonía con el Ejecutivo. De eso no hay duda.
– El presidente Ortega dijo que Nicaragua reconoce la soberanía colombiana sobre las áreas raizales…
Bueno, él no habló de “soberanía”. El comandante Ortega recordó que hace dos años, en la posesión del presidente de México, habló personalmente con el presidente Santos y reconoció el derecho de los raizales. Pero mire: Nicaragua no tiene la culpa de que los raizales colombianos tengan menor desarrollo que los colombianos continentales. Con eso lo que hace el presidente Santos es lanzar una especie de sofisma, eso nada tiene que ver con la sentencia de la CIJ.
– Usted, como experto en Derecho Internacional, ¿cómo cree que se puede solucionar esta situación?
Nicaragua tiene que apegarse literalmente al fallo de la Corte Internacional de Justicia, porque Colombia puso objeciones preliminares y luego siguió con el juicio, entonces no viene al caso que ahora Colombia reniegue de la sentencia. En el ambiente de Nicaragua no hay probabilidad de hacer ningún cambio sobre la extensión del mar que nos reconoció la CIJ. Donde cabría negociación es en las dos modalidades que ya le dije: manejo conjunto de la reserva Seaflower y vigilancia contra el narcotráfico en esa área marítima.
– Es decir, Nicaragua negociaría un tratado pero sin modificar la sentencia de la CIJ…
Claro, Nicaragua no tiene por qué aceptar que se cambie el tenor de la sentencia. Lo bueno de todo esto es que hay por lo menos una actitud de acercamiento. Además, recuerde que hay otras dos demandas de Nicaragua contra Colombia: una, del 16 de septiembre, para pedir extensión de plataforma continental más allá de las 200 millas reconocidas, y otra de noviembre del año pasado, para pedir a la Corte que obligue a la Colombia a cumplir la sentencia. Es decir, estaríamos dispuestos a negociar un tratado de límites pero sin ceder una pulgada del mar que nos fue reconocido.