Canal de Nicaragua abre “apetito” en el Caribe
La primera vez que en Nicaragua se mencionó oficialmente la posibilidad de construir un canal interoceánico fue el 10 de diciembre de 1833. Un decreto de ese año aseguraba que una sociedad formada en Holanda estaría a cargo de la obra. Luego, a comienzos del siglo XX, esa opción fue descartada por congresistas estadounidenses quienes, mostrando una estampilla de correos que ilustraba un volcán en erupción, argumentaron que una ruta por ese país centroamericano estaba repleta de riesgos. Finalmente se construyó en Panamá.
Tuvieron que pasar más de 180 años para que el sueño de Nicaragua se hiciera “realidad”. El 22 de diciembre pasado se celebró el inicio de las obras de un nuevo canal de 278 km de largo, que conectará los océanos Atlántico y Pacífico. Un proyecto valorado en US$ 50.000 millones a cargo de la compañía Hknd de Hong Kong, que pretende que la nueva vía esté en operaciones en 2020. Tendría capacidad para superpetroleros de hasta 350 toneladas y buques con 12.000 a 25.000 contenedores de carga (ver infografía).
Será la competencia del Canal de Panamá, vía por la que pasa el 5% del comercio marítimo mundial. El canal se encuentra en pleno proceso de expansión con la construcción de un tercer juego de esclusas que duplicará su capacidad de transporte de carga anual de 320 a 600 millones de toneladas en 2025. Aunque las obras debían estar terminadas a inicios de 2015, los retrasos han aplazado la fecha para fin de año.
Pero Panamá y Nicaragua no son los únicos que sacan cuentas alegres. Avizorando las posibilidades que se abren con estas vías interoceánicas, especialmente en el área de los negocios logísticos, varios países del Caribe preparan ambiciosos proyectos para intentar sacar su tajada de la torta.
Es el caso de Jamaica, que a través de la Iniciativa Centro de Logística de Jamaica (LHI), busca volver a reinsertarse en el mapa del comercio internacional, tal como lo era en el siglo XVII, cuando Port Royal llegó a ser el puerto inglés más importante del hemisferio Occidental, aprovechando su ubicación privilegiada. El nuevo plan incluye mejorar y expandir los servicios portuarios, un dique seco, un centro de logística, un nuevo aeropuerto de carga, instalaciones de almacenamiento y para industria ligera en zonas económicas especiales. Todo conectado mediante un sistema de vías y ferrovías.
“Mi visión es que Jamaica puede construir una nueva economía a partir de esta plataforma”, dijo el ministro de Inversión, Industria y Comercio, Anthony Hylton, al presentar la iniciativa a comienzos de 2014. La apuesta es convertirse en el cuarto nodo en logística global, luego de Singapur, Dubai y Rotterdam.
LA APUESTA DE CUBA
En enero del año pasado, los Presidentes de Cuba y Brasil, Raúl Castro y Dilma Rousseff, inauguraron la terminal de contenedores del Puerto del Mariel, situado a unos 50 kilómetros de La Habana, en la entrada del Golfo de México y frente a las costas norteamericanas. Se trata del proyecto económico más ambicioso emprendido en los últimos 50 años en la isla, según la BBC. El muelle tiene una longitud de 702 metros equipado con cuatro grúas “súper Post-Panamax” y puede recibir barcos de 200.000 toneladas. Su patio fue construido para una capacidad máxima de operaciones de 822.000 contenedores al año, el doble de capacidad actual del puerto de La Habana. Durante su inauguración, Rousseff explicó que el proyecto se realizó con créditos de su país por un valor de unos US$ 802 millones y que se ampliarán a otros US$ 290 millones para los próximos 24 meses.
PRESENCIA CHINA
En Bahamas, por su parte, el Ministerio del Trabajo, en asociación con la China Harbour Engineering Company, dio el vamos en marzo pasado al proyecto del Puerto North Abaco. Este consiste en la creación de una instalación de 18 hectáreas para el manejo de carga doméstica e internacional. Incluirá un muelle para carga a granel, para contenedores y para petroleros. Financiada por el gobierno de Bahamas y el Banco de Exportaciones e Importaciones de China, la obra debería concluir en dos años.
Por último, el gobierno de Trinidad y Tobago firmó en febrero de 2014 dos acuerdos para que empresas chinas construyan el puerto en La Brea y siete parques industriales, con el financiamiento del Banco de Exportaciones e Importaciones de China. La primera fase del Puerto costaría cerca de US$ 500 millones, mientras que los parques tendrán un costo de US$ 250 millones.