Nicaragua encabeza rebelión de economías emergentes en la Cumbre del Clima
La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, participó el martes en una de la sesiones de la cumbre.
El lunes, la Cumbre del Clima en París, Francia, estuvo marcada por los discursos de buena voluntad de gran parte de los presidentes del planeta. Pero el martes, durante la segunda jornada de la conferencia global (COP21), se terminó con el protocolo y los países comenzaron a fijar sus posiciones en el tablero de las negociaciones.
El primer país en tirar el mantel no fue una superpotencia, sino que Nicaragua, país centroamericano que preside el sandinista Daniel Ortega. Su representante en la COP21, el ministro para Políticas Nacionales, Paul Oquist, advirtió que no presentarán un plan nacional para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (INDC), como lo hicieron 183 de los 195 países parte de la convención sobre el cambio climático.
¿La razón? Afirmó que junto a otros países propondrá n un mecanismo alternativo que tome en cuenta la “responsabilidad histórica” de los grandes emisores de gases de efecto invernadero.
“No vamos a presentar INDC porque sería matar el concepto de responsabilidades históricas y reemplazarlo con el de responsabilidades voluntarias”, que propician las grandes potencias emisoras de CO2 como China, Estados Unidos y la Unión Europea, dijo Oquist.
China, EE.UU. y la Unión Europea, totalizan un 49% de emisiones, y Nicaragua es apenas responsable de 0,03% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y pasó de 25% de energías renovables en 2007 a un 52% el año pasado.
Mecanismo ineficiente
El ministro nicaragüense aseguró que otros cinco países comparten esta postura.
“Hay una propuesta que se está barajando y hay un grupo integrado por Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Argentina, El Salvador e India, en el que estamos de acuerdo en que debe ser por responsabilidades históricas en vez de que sea por voluntad de los grandes emisores, a su comodidad”, explicó el diplomático centroamericano.
Hasta ahora, tal como lo señaló la ONU antes del inicio de la cumbre, los planes de reducción presentados por los países para mantener la temperatura por debajo de los 2°C respecto a la era preindustrial, son insuficientes, porque apenas permitirían limitar el calentamiento a entre 2,7°C y 3,5°C.
“Todo el mundo hizo el proceso de INDC de buena fe, pero no resultó, no funciona”, señaló Oquist.
Nicaragua, además reclama un sistema de indemnizaciones a los países que ya sufren las consecuencias.
“No hay ningún mecanismo que compense a los países por sus pérdidas y daños, por eso estamos demandando indemnizaciones para cubrir las pérdidas y daños que amenazan nuestro proceso de desarrollo”, adelantó Oquist.
Venezuela es otro de los países que no ha presentado su INDC. Su presidente, Nicolás Maduro, no asistió a la reunión de 150 mandatarios del lunes, ni tampoco habló ningún representante de Caracas durante la asamblea.
Perú, que presidió las negociaciones hasta esta semana, se mostró confiado en el sistema actual.
“Se dejó al mundo la posibilidad de presentar las contribuciones nacionales, de manera tal que se pudiese crear un clima de confianza, y por ello se ha dejado la libertad a los países”, declaró a la misma agencia el ministro de Medio Ambiente peruano, Manuel Pulgar.
Brasil optimista
En tanto, la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, dijo que está “optimista” sobre las negociaciones y afirmó que el compromiso del presidente Barack Obama con el tema era también de buen augurio.
Este martes, el presidente de EE.UU., se pronunció por procedimientos de transparencia y de revisiones de metas “legalmente vinculantes”. Teixeira consideró que la intervención de Obama marcaba un vuelco político importante.
Las 195 naciones de la conferencia tienen hasta el viernes 11 de diciembre para alcanzar un acuerdo.