“Atrapar” la niebla para conseguir agua
Los dos años recientes de sequía echaron a andar la imaginación en Nicaragua, y una de las alternativas propuestas a fin de enfrentar una eventual escasez de agua, es “atrapar” la neblina, que como se sabe, contiene gotas microscópicas del vital líquido.
La iniciativa proviene de la Universidad Tecnológica La Salle (ULSA) y el Instituto Politécnico de León, que están interesados en comprobar soluciones científicas para nuevas fuentes de agua y/o tecnologías de reciclaje de la misma.
Y la neblina o niebla es una fuente de agua todavía no examinada en Nicaragua. En muchos países latinoamericanos hay experiencia con la captación de neblina a través de atrapanieblas, cuya eficiencia en la producción de agua alcanza hasta 2.600 litros diarios con un solo aparato.
Los “atrapaniebla” se usan en regiones desérticas con presencia de neblina como el desierto del Néguev en Israel o el desierto de Atacama en Chile, además de Ecuador, Guatemala, Perú, Nepal, algunos países de África.
“Atrapar la niebla” se basa en el proceso conocido como condensación. El vapor de agua atmosférico en el aire se condensa naturalmente en las superficies frías en gotitas de agua líquida conocidas como rocío.
Al comienzo de 2016, Anne Lummerich, M.Sc. y Dr. Kai Tiedemann, profesor visitante de Alemania, instalaron dos atrapanieblas cerca de Estelí para determinar la cantidad de agua de la neblina que se puede captar en la zona respectiva.
Atrapanieblas son instalaciones que consisten típicamente de dos palos a ambos lados. Entre esos palos una malla específica está teñida. El flujo de aire trae las gotitas de la neblina a la malla donde las gotas se acumulan hasta que forman gotas más grandes que caen por la gravedad a un desagüe conectado con la malla.
Humedal artificial
Por otra parte, la tecnología de reciclaje de agua por un humedal artificial es una tecnología ya comprobada no solo en Nicaragua, sino en muchos países del mundo. Lo que falta es promover el interés en esa tecnología y diseminar la idea todavía más.
De allí nació la idea de instalar un humedal artificial directamente en el campus del Complejo La Salle para también ofrecer a los estudiantes la oportunidad de experimentar con un humedal de pequeñas dimensiones.
Además, Lummerich/Tiedemann diseñaron y construyeron un humedal artificial para el tratamiento de aguas grises en el campus del Complejo La Salle. Ambos proyectos fueron financiados por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).