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El “vice” de Hillary estuvo en Centroamérica en años 80

Tim Kaine enseñando carpintería a niños de Honduras en 1980. (Foto: Facebook).

Tim Kaine enseñando carpintería a niños de Honduras en 1980. (Foto: Facebook).

Tim Kaine, el compañero de fórmula de Hillary Clinton para la Presidencia en Estados Unidos, es un conocedor de primera mano de la región centroamericana, ya que estuvo en Honduras en los años 80, cuando ese país funcionaba como una plataforma de agresión en contra de Nicaragua.

Sin embargo, Kaine no estuvo en estas tierras como agresor, sino como misionero jesuita que convivió con la crisis del Istmo en la penúltima década del siglo XX, cuando el gobierno norteamericano las echó todas a fin de evitar que en Nicaragua se estableciera un gobierno revolucionario encabezado por el FSLN.

El ahora candidato estuvo en El Progreso, Honduras, hace 36 años, y según El Universal, de México, las numerosas anécdotas de acercamiento a la pobreza durante su estadía juvenil en Honduras –tenía entonces 22 años-, alimentaron el expediente del actual candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata y consolidaron lo que para Kaine fue una lección de humanismo

Durante la época en que Kaine vino a Centroamérica hubo miles de muertos en la región por culpa del intervencionismo estadounidense y el visceral anticomunismo de Ronald Reagan, dos décadas y un lustro después, Honduras, El Salvador y Guatemala, actores de la grave situación de los años 80, aún quedan ecos de la destrucción norteamericana en forma de pobreza y violencia extrema.

“Kaine tiene la gran oportunidad de que el humanismo que descubrió en El Progreso hace 36 años se convierta en política pública en favor de un proyecto que rompa el círculo infernal de desigualdad, miseria y violencia” en Honduras, Guatemala y El Salvador, dijo el sacerdote jesuita hondureño Ismael Moreno, director de Radio Progreso, en la ciudad hondureña.

En entrevista con El Universal, Moreno afirmó que “humanismo sin compromiso político firme es algo bastante superficial en una Centroamérica con los signos de mayor peligrosidad y criminalidad y mayor expulsión de migrantes del planeta.

“Kaine tiene la gran responsabilidad de que el gobierno de EU, en lugar de disparar con armas, con su sistema de seguridad y con dólares para querer detener la migración, ayude a un nuevo pacto social [en Centroamérica] que deje de fortalecer sólo a las élites y construya un Estado con participación de todos los sectores”, recalcó.

Los centroamericanos, añadió, “tenemos una gran oportunidad con un hombre que ha conocido la pobreza de cerca, mientras las élites buscan proteger sus intereses con una remilitarización más fuerte que en la década de 1980”.

Al llegar a suelo hondureño en 1980, Kaine se topó con un país que era una estratégica plataforma militar de EU en el área y que estuvo a punto de entrar a un choque bélico con su vecina Nicaragua.

La “Contra”, formada por oficiales y soldados de la Guardia Nacional de Somoza y financiada por Estados Unidos para atacar a Nicaragua, estaba en ciernes pero El Salvador y Guatemala ya sufrían guerras civiles debido a la misma intromisión gringa en los asuntos internos de dichos países.

Centroamérica firmó la paz en 1987, las guerras civiles finalizaron de 1990 a 1996, la expansión comunista dejó de ser la máxima inquietud de la Casa Blanca en la zona y la Guerra Fría mermó con la caída en 1989 del Muro de Berlín. Pero la principal preocupación de Washington en el istmo en el segundo decenio del siglo XXI es la masiva migración de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños a EU por inseguridad y pobreza.

Kaine “da esperanza”, dijo el sacerdote jesuita español Juan Hernández, profesor de teología de la Universidad Centroamericana de El Salvador. “Nunca hemos tenido una persona que nos conozca tanto, a un nivel posible de gobierno tan alto. Kaine es una esperanza muy grande para nosotros en Centroamérica”, afirmó.

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