Traficantes ticos cambian de campamento a ilegales
Los migrantes africanos, haitianos y de otras nacionalidades que habían instalado campamentos en el sector de Puerto Soley, en la bahía de Salinas que comparten Nicaragua y Costa Rica, se trasladaron a playas cercanas de nuestra vecina del sur, para desde ahí intentar ingresar furtivamente a San Juan del Sur.
Es lo que aseguran vecinos de las localidades mencionadas, que señalan que los traficantes de personas o “coyotes”, los trasladaron hacia El Jobo y Cuajiniquil, desde donde esperan el momento adecuado para pasar a hurtadillas la frontera.
Fernando Zambrano, un pescador tico de Puerto Soley, dijo a La Nación que todavía recuerda como el frente de su casa se llenó de migrantes de la noche a la mañana.
«La playa está limpia, aunque sabemos que por las noches vienen las lanchas a otros puntos de esta zona para pasarlos hacia Nicaragua», dijo Zambrano.
Para los pescadores que viven a la orilla de la playa la ausencia de los migrantes ha representado un respiro, en vista de que no tenían condiciones para ayudar a los padres que cargaban con sus niños y que, en su mayoría, venían desde Brasil, en busca de llegar a los Estados Unidos.
«Nosotros mantenemos esta playa muy limpia. Les tratamos de ayudar hasta donde se pudo, pero aquí era muy difícil que se quedaran», dijo Alexánder Avendaño, un pescador de 32 años que tiene 22 de vivir aquí.
Avendaño dijo que los traslados de los migrantes ahora se hacen desde otras zonas, pero no ahondó en detalles.
Los migrantes que se habían quedado en Puerto Soley tenían permiso de tránsito de las autoridades de Migración, que no han podido contener la avalancha humana que ingresa desde Panamá y que queda varada en la provincia guanacasteca.
En tanto, en las afueras del poblado fronterizo de Peñas Blancas, son miles ya los que acampan literalmente a la orilla de la carretera.