Otra vez en “las patas de los caballos”
La fluida relación que Irán está teniendo con diversos países de Iberoamérica, singularmente Venezuela, pero también Bolivia y Ecuador — Mahmoud Ahmadineyad ha visitado además Nicaragua y Brasil— está agudizando la tensión entre la república islámica y EE.UU.
La denuncia de que elementos del régimen de Teherán quisieron utilizar a carteles mexicanos para asesinar al embajador de Arabia Saudí en Washington ha abierto los ojos en el norte del continente sobre el movimiento de peones que Irán está haciendo en el sur.
Esas relaciones son para Irán una vía de escape de las sanciones. Busca compensar su escasez de uranio con extracciones en Venezuela, Bolivia y Ecuador, donde tiene acuerdos sobre «minerales estratégicos», como crípticamente dice el convenio firmado con Quito. A Washington le preocupa que el extremismo islamista tenga donde hacer pie para atacar a EE.UU.
Así lo indica un informe del Departamento de Defensa citado por el «Wall Street Journal». Irán estaría buscando bases desde las que golpear a EE.UU. en el caso de ser atacado por seguir adelante con su supuesto programa militar nuclear. La visita hace unos meses del ministro de Defensa de Irán a Bolivia, Ahmad Vahidi, creó una gran controversia diplomática.
Evo Morales tuvo que disculparse ante Argentina, pues Vahidi está solicitado por la Interpol a requerimiento de Buenos Aires por su vinculación con el atentado de 1994 contra un centro judío de la capital argentina, en el que murieron 85 personas. A otro iraní vinculado con ese atentado, Mohsen Rabbani, se le relaciona con campos de entrenamiento en Irán a los que acuden jóvenes radicalizados de Iberoamérica.
La Casa Blanca ha decidido llevar a cabo una política de «mayor confrontación» con los iraníes. Barack Obama expresamente ha querido dejar claro que no descarta ningún tipo de acción, tampoco la militar, aunque se considera poco probable que EE.UU. bombardee las instalaciones en las que Irán podría estar desarrollando un arsenal nuclear.
«Trabajaremos agresivamente para detectar cualquier esfuerzo de Irán relacionado con lo nuclear. Lo denunciaremos y forzaremos a Irán a ponerlo bajo inspección internacional», indicó recientemente Tom Donilon, consejero de seguridad nacional de Obama.
Asimismo, Washington está aumentando sus acciones encubiertas en Irán. Una parte sustancial de ellas las están llevando a cabo aviones no tripulados de reconocimiento, como el que RQ-170 Sentinel estrellado en suelo iraní.
E. J. BLASCO
ABC.es