Aventura en el Xolotlán
Ariel Barredo Coya | Prensa Latina
Una atracción turística inédita en el lago Managua concita el interés de nicaragüenses y extranjeros, quienes la consideran una aventura única.
Curiosos, aventureros, amantes de la velocidad y los deportes extremos experimentan el placer de liberar adrenalina al manejar una moto acuática a 80 kilómetros por hora en un lago volcánico, el segundo más grande de Nicaragua y Centroamérica con una extensión de 1 049 kilómetros cuadrados.
También conocido como el Xolotlán, que en lengua náhuatl significa tierra de pavos, el accidente geográfico seduce a los más temerosos a practicar juegos acuáticos en un paisaje adornado por el volcán Momotombo y el Puerto Salvador Allende.
Para los menos experimentados están garantizadas las medidas de seguridad con chalecos salvavidas. Sin embargo, muchos prefieren arrojarse como diversión a los brazos de Chachihueneye, diosa de las aguas terrestres de la tribu indígena nicaraos.
Hasta ahora en el muelle existía la opción de dar un paseo en barco, desde el cual pueden observarse atracciones como la isla del amor y la península de Chiltepe.
La novia del Xolotlán, como también se le conoce a Managua, se expandió en la zona meridional de esa gran masa permanente de agua alrededor de la cual existían antiguos asentamientos aborígenes.
Junto al crecimiento poblacional aumentó la importancia del lago para el desarrollo social y económico del país como fuente de pesca y agua, mientras que en el presente emerge como recurso turístico por sus encantos paisajísticos.
Su rica biodiversidad también lo hace un lugar único, al contar con especies endémicas como las mojarras, de gran interés científico para el estudio del desarrollo evolutivo de esos peces.
El gobierno nicaragüense rescató la vida social en parte de la ribera sur del lago, zona aledaña al antiguo centro histórico de Managua, arrasado por el terremoto de 1972.
Para promover los valores patrimoniales y la recreación de las familias en un ambiente sano se construyó el Puerto Salvador Allende, uno de los sitios icónicos de la capital por sus ofertas gastronómicas y culturales.
El circuito turístico se extiende a través del Paseo Xolotlán, que muestra réplicas de edificios históricos como las casas natales del poeta Rubén Darío y del prócer Augusto C. Sandino, el centro de la denominada vieja Managua, así como importantes catedrales del país.
Un parque acuático para la diversión de los niños y una pista también forman parte del Paseo, donde inauguraron recientemente una imitación de la estación de tren de Granada y de la hacienda San Jacinto, lugar en el cual se libró una batalla contra filibusteros estadounidenses dirigidos por William Walker en 1856. Además, está prevista la edificación de un área para honrar a las comunidades indígenas de Monimbó y Sutiaba, símbolo de resistencia nacional.
(Tomado del semanario Orbe, de Prensa Latina)