El Chico López que conozco

Xavier Castro
(Colaboración)

Siempre que veo a Chico, tiene una energía especial y una fe que solo puede venir de la relación que tiene con Dios, a quien conoció y decidió seguir desde hace muchos años. Una fe puesta a pruebas y fortalecida con oración, acción y confianza en el futuro, a punta de trabajo y esfuerzo.

Veo en él, a un hombre que enfrenta las adversidades confiando en su Ser Supremo; como el Miércoles Santo hace 16 años, cuando en aquellas puertas del balneario El Transito y dándole gracias al Altísimo, emprendió un proyecto de vida entusiasta que alcanzaba en fe y esperanza otras vidas, como son los Chavalos de “HODERA, donde nacen los hombres de verdad”, sus comandos, sus tropas como él los llama, jóvenes a los que motiva y felicita por que decidieron triunfar en sus vidas.

Verlo alzar sus ojos al cielo y elevar una plegaria por su salud, agradecer por lo que Dios le ha dado, bendecir por su familia y amigos de generaciones, por sus hermanos de causa, escucharle clamar que Dios le revista de fortaleza sus piernas para llegar hasta el final, y emprender los 27 Kilómetros de caminata, es estar frente a un hombre inquebrantable en la fe, humilde, padre y amigo, es simplemente un ser humano excepcional.