Descubren la causa del deseo incontrolable de rascarse
La actividad de un pequeño subconjunto de neuronas, ubicadas en una región cerebral profunda llamada sustancia gris periacueductal, es la causa del deseo incontrolable de rascarnos cuando sentimos picor, publicaron el lunes medios digitales.
El estudio, realizado con ratones, proporciona el punto de partida para descifrar aún más cómo se procesa y modula la picazón en el cerebro, lo cual podría ayudar en la identificación de nuevas terapias, dijo el autor, Yan-Gang Sun.
Que no exista un tratamiento eficaz para la picazón crónica se debe en gran parte a nuestro conocimiento limitado sobre el mecanismo neural de la picazón, destacó.
La picazón puede ser provocada por una amplia gama de causas, que incluyen reacciones alérgicas, afecciones de la piel, sustancias químicas irritantes, parásitos, enfermedades, embarazos y tratamientos para el cáncer.
El ciclo de rascarse la picazón puede afectar significativamente a la calidad de vida y provocar daños graves en la piel y los tejidos.
Sun y su equipo sospecharon que el gris periacueductal podría estar involucrado en el procesamiento de la picazón, en parte debido a su papel crítico y bien conocido en el procesamiento de información sensorial relacionada, como el dolor.
Los científicos primero registraron en neuronas de la materia gris periacueductal en ratones que se movían libremente y que fueron inducidos a rascarse a través de inyecciones con histamina o con un medicamento antimalárico llamado cloroquina.
El comportamiento de rascado inducido por la picazón daba pistas de la actividad de un conjunto específico de neuronas que producen un neurotransmisor llamado glutamato y un neuropéptido llamado taquiquinina 1 (Tac1).
Cuando los investigadores eliminaron las neuronas que expresaban Tac1, el rascado inducido por la picazón disminuyó significativamente, en contraste, la estimulación de estas neuronas desencadenó un comportamiento de rascado espontáneo.
Explicaron que la sensación de picazón juega un papel clave en la detección de sustancias dañinas, especialmente las que se han adherido a la piel y en algunos casos la lesión causada por rascarse puede provocar fuertes respuestas inmunitarias, que podrían ayudar a combatir las sustancias invadidas.
Sun anunció futuras investigaciones para conocer qué moléculas de las neuronas periacueductales que expresan Tac1 pueden ser atacadas por fármacos.
Anunció que también buscarán otros nodos en la red de picazón del cerebro, información que ayudará en el desarrollo de fármacos para el tratamiento de pacientes con picazón crónica.
Fuente: Prensa Latina.