Estudian fumigar el cielo para enfriar la Tierra
Científicos aseguran que frenar el calentamiento global y sus severas consecuencias solo es posible si se absorben cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera o se enfría el planeta artificialmente, publica la revista InvDes.
Incluso lo más posible es que sea necesario utilizar ambos procedimientos a la vez, coinciden los especialistas de la estadounidense universidad de Harvard.
El equipo planea sacar la geoingeniería solar del laboratorio y llevarla a la estratosfera mediante un proyecto llamado Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica.
La primera fase, un ensayo que cuesta 3 millones de dólares que podría iniciar en los primeros seis meses del 2019, consta de dos vuelos de un globo dirigible a una altura de 20 kilómetros sobre el sudoeste de Estados Unidos.
Una vez en su emplazamiento, se liberarían pequeños penachos de carbonato cálcico, cada uno de 100 gramos, y el globo volvería entonces sobre sus pasos para observar cómo se dispersan las partículas.
Esta sustancia es un componente ubicuo que se usa en todo, en el papel, en el cemento, en la pasta de dientes, en pastelería y como antiácido al dejar caer una pastilla en agua.
Según Zhen Dai, miembro del equipo, el montaje experimental está sometido a intenso examen también por grupos ecologistas, preocupados de que este experimento distraiga la atención de la única solución permanente del cambio climático: reducir las emisiones de gases de invernadero.
La experta asegura que el proyecto tiene como antecedente lo sucedido en Filipinas en 1991, cuando se inyectaron aproximadamente 20 millones de toneladas de dióxido de azufre en la estratosfera para aminorar los efectos de la erupción del volcán Pinatubo.
Entonces la erupción creó una neblina de partículas de sulfato que enfrió el planeta en alrededor de 0,5 grados y mantuvo la temperatura media de la Tierra durante unos 18 meses como era antes de la aparición de la máquina de vapor.
El equipo avanza despacio para lograr la efectividad del experimento, además pretende que un comité asesor externo revise el proyecto. ‘Conseguir que se haga bien es más importante que hacerlo deprisa’, afirmó Peter Frumhoff, climatólogo jefe de la Unión de Científicos Preocupados, en Cambridge, Massachusetts.