Vacuna Sputnik V forma defensa adicional
Moscú.- Los científicos de Rusia, Austria y Suecia descubrieron que el fármaco anti-COVID ruso Sputnik V, desarrolla un mecanismo adicional de defensa del organismo contra el coronavirus, según el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés).
«El Fondo Ruso de Inversión Directa anuncia la publicación en International Journal of Molecular Sciences, la revista médica internacional líder, un estudio de un equipo de científicos de Rusia, Austria y Suecia que descubrió un mecanismo adicional de defensa del cuerpo contra el coronavirus en caso de vacunación con el fármaco ruso Sputnik V», informaron desde el organismo en un comunicado.
Se precisa que los científicos analizaron el plasma sanguíneo de 12 personas que no han padecido del COVID-19 y de 10 personas que se recuperaron de la enfermedad, mientras las muestras se obtuvieron antes y después de la vacunación doble con el fármaco Sputnik V.
Como resultado de la vacunación, se formó una respuesta inmune IgG al dominio de unión al receptor (RBD) del virus SARS-CoV-2, es decir, los anticuerpos bloquean la unión del virus con los receptores de la célula en su superficie.
Los autores de la investigación también analizaron la capacidad de los anticuerpos de unirse a diferentes elementos estructurales de la proteína S del virus y concluyeron que la vacunación con Sputnik V también lleva consigo un aumento en los niveles de anticuerpos contra el fragmento de proteína S llamado péptido 12, que participa en la penetración del coronavirus en la célula y que tiene una estructura inalterada en todas las cepas.
De este modo, «Sputnik V forma un mecanismo adicional de defensa para la acción de anticuerpos no solo en el nivel de respuesta a RBD, sino también contra el ‘péptido 12′», afirma el fondo. En opinión de los autores del estudio, el péptido descubierto podría usarse como un objetivo para crear anticuerpos neutralizantes universales contra diferentes variantes del SARS-CoV-2.
La vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología, Nikolái Gamaleya, de Moscú con la financiación del Fondo Ruso de Inversión Directa, fue registrada en Rusia en agosto de 2020, al convertirse en la primera vacuna anti-COVID en el mundo.
El fármaco, que consta de dos dosis, está aprobado en más de 70 países con un total de 4.000 millones de habitantes y es una de las pocas vacunas del mundo con una eficacia superior al 90 por ciento contra el COVID-19.