Avances contra el glaucoma
Los resultados logrados hasta ahora en una línea de investigación aportan algunos datos reveladores sobre uno de los diversos orígenes moleculares del glaucoma, y una posible vía para combatir a la enfermedad.
El glaucoma suele aparecer cuando el fluido no puede circular libremente a través del tejido de la red trabecular del ojo. Esto hace que se eleve la presión intraocular y que ésta a su vez sea capaz de dañar a la retina y al nervio óptico, lo cual acaba provocando pérdida de visión. En algunos casos de glaucoma, el fluido es bloqueado por una acumulación de la proteína miocilina.
El equipo de Raquel Lieberman, química y bioquímica del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en Estados Unidos, se centró en examinar las propiedades estructurales de estos depósitos de miocilina, y su relación con un residuo fibroso muy estable que contiene amiloide, un material potencialmente dañino, que, bajo ciertas formas, interviene en el desarrollo de bastantes dolencias no oculares, como el Mal de Alzheimer, ciertas formas de diabetes y la enfermedad de las vacas locas.
La comunidad científica trabaja actualmente en posibles maneras de destruir las fibrillas amiloides como una opción para tratar estas enfermedades.
Futuras investigaciones, basadas en los hallazgos del equipo de Lieberman, podrían conducir al desarrollo de fármacos para prevenir o detener la formación de algunas de esas acumulaciones bloqueantes nocivas en los pacientes con glaucoma, o incluso destruir las ya formadas.
En la última investigación, han trabajado también Ingeborg Schmidt-Krey, Susan Orwig, Chris Perry y Laura Kim, del Georgia Tech, así como Douglas Vollrath de la Universidad de Stanford en Estados Unidos.