¿Se puede “construir” una Barbie con cirugías?
* Aunque hay procedimientos para conseguir el ‘cuerpo perfecto’, resultados podrían ser antiestéticos.
Así lo demostró el proyecto ‘Perfectamente imperfecto’, realizado el año pasado, en el que la ex modelo Katie Halchishick y el fotógrafo Matthew Rolston muestran qué operaciones tendría que hacerse una mujer para lograr una imagen como la de la Barbie y cómo se vería después de dichas intervenciones quirúrgicas.
La ex modelo, que goza de una anatomía parecida a la de Marilyn Monroe por lo que no necesita ni desea ninguna cirugía, posó desnuda y sobre su piel se dibujaron líneas punteadas que indican los «arreglos» a los que debería someterse, igual a como lo hacen los cirujanos plásticos con sus pacientes.
A grandes rasgos, algunos de los procedimientos necesarios para conseguir el cuerpo «perfecto», según la publicación ADN, serían:
– Estiramiento de la piel de la frente
– Reducción de quijada
– Rinoplastia
– Reducción de mejillas y cuello
– Implante de mentón
– Recogimiento de hombros
– Levantamiento de pechos
– Liposucción en los brazos
– Cirugía y escultura de abdomen
Al realizar este experimento descubrieron que aunque es posible que una mujer se someta a estas operaciones, los resultados no serían para nada bonitos.
No obstante, son varias las mujeres que han optado por este tipo de vida y que, por ello, llevan el apodo de ‘Barbies humanas’.
Está, por ejemplo, Sarah Burge, una inglesa de 51 años que se ha realizado cerca de 30 cirugías plásticas, entre las que se cuentan arreglos en las orejas y en el mentón. O Cindy Jackson, quien a sus 55 años tiene el récord mundial con 52 procedimientos que -según ha afirmado- se ha realizado para «verse mejor».
Pero la pregunta que motivó el proyecto de Halchishick y Rolston era si las mujeres que se realizaban múltiples cirugías para alcanzar el ideal de la Barbie realmente habían logrado su objetivo de alcanzar la belleza. La respuesta a la que llegaron es que no, porque después de realizarse todas esas cirugías se veían poco naturales. Parecían, precisamente, una muñeca.
El experimento ‘Perfectamente imperfecto’ no es el único que apunta en esa dirección. Otro proyecto que buscaba enterrar la idea de que la Barbie es sinónimo de belleza prefecta fue realizado en el año 2007, por Galia Slayen, quien construyó con sus propias manos una versión de la muñeca, pero de tamaño real: tenía 1,75 centímetros de estatura y sus medidas anatómicas eran 99-46-84, es decir, tenía unos pechos enormes y su cintura era diminuta; algo totalmente irreal.
Tal fue la polémica que causó el conocimiento de semejante desproporción en las medidas corporales que incluso Mattel, la empresa creadora de Barbie, se vio obligada a aclarar que la muñeca era un juguete de menos de 30 centímetros y que «nunca se inspiró en las proporciones de una persona real».
De esta forma ambos proyectos cumplieron con su objetivo: comprobar que el que la imagen distorsionada de cómo debe ser un cuerpo sea médicamente posible no quiere decir que deba realizarse.
Con información de Emol.com