Ometepe, paraíso apagado
Una isla incuestionablemente bella, turistas que se enamoran al solo verla y pronto tendrá un moderno aeropuerto. Ometepe emerge como la gran promesa para el desarrollo de la “industria sin chimeneas” en el país, sin embargo, escasea el agua potable y la energía eléctrica se va a cada rato.
Es lo que plantea el diario Siglo XXI, de Guatemala, en la siguiente nota:
El nuevo polo de desarrollo turístico. El destino emergente de Nicaragua. El tesoro por descubrir. Esas son algunas de las frases que usan para describir a Ometepe, uno de los principales destinos que Nicaragua está promoviendo a nivel internacional.
Según estadísticas del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), el año pasado a la isla llegaron unos 60 mil visitantes, de los cuales 40 mil eran extranjeros y 20 mil nacionales, lo que supera el número de habitantes, calculado en 45 mil personas.
Contrario a la tendencia nacional, que indica que el 65% de los visitantes extranjeros que llega al país procede de Centroamérica, los turistas que van a Ometepe proceden principalmente de Europa, Asia, Norteamérica, Oceanía, Sudamérica, y en menor cantidad de los países vecinos.
Como si fueran pocas las afectaciones que tiene la Isla de Ometepe por los constantes cortes de energía, los empresarios turísticos también se las tienen que ingeniar para garantizar el servicio de agua potable.
Álvaro Montilla, del restaurante Mar Dulce, cuenta que la semana antepasada tuvo que cerrar temprano el restaurante porque no hubo agua en todo el día.
“Ya no tenía más agua para lavar trastos, platos; tuve que cerrar porque ya no podía darle de comer a la gente”, lamenta.
“Hasta podemos obviar un poco la energía eléctrica, pero el agua es imprescindible para todos”, recalca Melania Avellán Arcia, del Aly Hotelito y Restaurante.
Según anunció recientemente el Intur, se espera que entre octubre y noviembre empiece a operar el Aeropuerto La Paloma, el cual tendrá una pista de 1,500 metros de largo y 35 de ancho, con capacidad para recibir aviones de 56 mil libras de peso con una capacidad de 42 pasajeros, lo cual a los empresarios turísticos de la localidad más que alegrías les provoca preocupaciones.
“Tenemos un lindísimo aeropuerto, que vale diez millones de dólares, pero no podemos mantener la luz prendida las 24 horas”, señala Álvaro Montilla, propietario del restaurante Mar Dulce, en Moyogalpa.
Cortes constantes
Los empresarios turísticos, tanto de Moyogalpa como de Altagracia, —los dos municipios en que está dividida la isla— resienten los constantes cortes de energía que hay en Ometepe.
En junio pasado, según datos de la distribuidora Gas Natural, se reportaron 34 apagones, los cuales duraron desde 18 minutos hasta cinco horas y 55 minutos. Ese mes en total los isleños pasaron 51 horas y 28 minutos sin energía eléctrica.
