Alatorre pagaba en efectivo

Gracias a la velocidad que tienen las autoridades ticas para informar, hemos conocido muchos detalles sobre las andanzas de los 18 mexicanos que fueron capturados en Nicaragua cuando transportaban US$9,2 millones y que dijeron ser periodistas de Televisa, empresa que negó algún tipo de relación con los detenidos, pese a lo cual persiste la duda.

Raquel Alatorre y sus muchachos se alojaron cuatro días en un hotel tico, nos informa el diario La Nación.

Se trata el hotel Ramada Herradura, ubicado en San Antonio de Belén, frente al centro comercial Real Cariari.

Gustavo Araya, presidente del hotel, confirmó que los mexicanos alquilaron habitaciones del 8 al 12 de febrero de este año. Las fechas coinciden con una de las estadías del grupo en el país, en las que ingresó la presunta líder, Raquel Alatorre Correa.

El empresario explicó que los aztecas no reservaron previamente, sino que llegaron el mismo día y pidieron diez habitaciones. En total, pagaron alrededor de US$4.000, en efectivo, por el hospedaje.

Araya indicó que, originalmente, alquilaron las habitaciones para tres días, pero luego solicitaron una noche más.

Agregó, asimismo, que Alatorre fue quien realizó el pago.

El grupo de 18 mexicanos fue detenido el pasado 20 de agosto en el país vecino. La Fiscalía nicaragüense los acusó de lavado de dinero y crimen organizado, pero ayer también les imputó ser coautores de transporte de drogas.

La primera audiencia será el 5 de setiembre. Anteayer, su abogado, Ramón Rojas, aseguró que se declararían culpables, pero, tras la ampliación de la acusación, indicó que sí irían a juicio.

El administrador del hotel narró que el grupo llegó con seis camionetas rotuladas con logos de la empresa mexicana Televisa, como las que les decomisaron en Nicaragua.

Araya recordó que conversó con uno de ellos, quien le dijo que trabajaban en un reportaje sobre parques nacionales.

El empresario destacó que, usualmente, cuando tienen sospechas por actividades irregulares de los clientes, alertan a la Policía. “Tenemos bastante malicia indígena, pero en este caso no levantaron sospechas”, manifestó Araya.

Los administradores del hotel también relataron que, el día de su llegada, el grupo pagó US$1.000 en la lavandería.

Además, que acostumbraban a pagar con billetes de US$20.

Recordaron que, durante las mañanas, los extranjeros salían a desayunar a una cafetería, pero se trasladaban en taxi.