España desmantela banda nica de traficantes de personas
* Para financiar pasajes les hacían firmar poderes notariales cediendo sus propiedades al cabecilla de la agrupación criminal, y una vez en la nación europea eran sometidos a explotación laboral.
Ocho nicaragüenses, integrantes de una banda que traficaba con personas, fueron detenidos en Palma de Mallorca, España, tras constatarse que a través de un bien aceitado mecanismo introducían gente de Managua, Boaco y otros departamentos en diferentes ciudades hispánicas.
Los detenidos, señalados como parte de una organización criminal que practicaba la inmigración ilegal con fines de explotación laboral, serán acusados además por delitos contra los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, quizás el mayor lucro de estos delincuentes estaba en Nicaragua, donde para financiar el pasaje de sus víctimas las obligaban a firmar poderes notariales mediante los cuales cedían sus propiedades a los jefes de la banda en caso de que incumplieran los pagos, lo que ocurría a menudo.
En un comunicado citado por Europa Press, fuentes de la Policía destacan que la investigación se inició al detectar la Policía Nacional de Manacor, una ciudad de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, un sustancial incremento de nacionales de Nicaragua en dicha población.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de los investigadores de dicha Comisaría, que comunicaron sus sospechas a la U.C.R.I.F., de la Jefatura Superior de Policía de Palma, por lo que se iniciaron las pesquisas en una investigación conjunta de ambas plantillas.
Los agentes constataron cómo un reducido grupo de individuos había formado una estructura criminal que se dedicaba a la captación en Nicaragua de personas que con pocos recursos económicos y ganas de mejorar su situación económica, estaban dispuestas a viajar a España a trabajar.
A cambio, contraían una deuda que aseguraban con una hipoteca de todas sus propiedades en Nicaragua.
Las víctimas eran casi todas originarias, en su mayoría, de las localidades de Boaco y Managua, lugares en las que la organización tenía importantes influencias.
Una vez captadas eran asesoradas en todo el proceso por el que debían pasar: la compra de billetes, siempre con varias escalas y los mismos destinos: Panamá- México- Francia- Barcelona- Mallorca.
También se adquirían los billetes siempre en la misma agencia de viajes donde la organización tenía otro contacto.
Del mismo modo, se reservaban hoteles que en algunos casos eran anulados, y se les prestaba la cantidad de dinero mínima que debían acreditar en frontera y que naturalmente a su llegada era inmediatamente devuelto, todo ello con la finalidad de simular su entrada en el país como turistas.
Asimismo, eran asesoradas para evitar los controles fronterizos, y en su caso, cómo debían responder ante un chequeo policial.
Una vez en territorio español, la organización mantenía a las víctimas en los domicilios de los cabecillas ahora detenidos.
Tras un periodo de estancia más o menos corto eran reubicadas en otros domicilios, generalmente trabajando como empleados de hogar, todo ello de manera fraudulenta, puesto que carecían de permisos de residencia legal y de autorizaciones para trabajar.
Deuda desproporcionada
Así, según las mismas fuentes, la deuda adquirida a cambio del viaje era totalmente desproporcionada, se aplicaban unos intereses abusivos que podían llegar a un 36 por ciento anual, por lo que resultaba más beneficioso para la organización que las víctimas no pudiesen pagar.
De este modo ejecutaban las hipotecas realizadas en Nicaragua a través de los poderes notariales que habían firmado a favor de la organización ahora desmantelada.
La operación ha dado un resultado de ocho personas detenidas, tres de las cuales ya han ingresado en prisión, y se continúan las pesquisas, por lo que no se descartan nuevas detenciones.