Nacatamal en feria junto a “primos” mexicanos
Nicaragua participa actualmente en la XXV Feria del Tamal que se realiza en el Museo Nacional de Culturas Populares de México, donde desde esta fecha hasta el 2 de febrero, se exhibirán 370 tipos de tamales.
Nuestro país lleva como estrella principal al laureado nacatamal, una delicia culinaria ancestral que envuelve con su peculiar aroma los fines de semana a miles de hogares.
El Museo Nacional de Culturas Populares mexicano alberga la feria que tan sólo el año pasado recibió a más de 60 mil personas, quienes pueden conocer y disfrutar de una gran variedad de tamales de todas las regiones del país e incluso de Centroamérica, según reseña la periodista Rocío Méndez Robles, de noticiasmvs.com.
La XXV Feria del Tamal tendrá alrededor de 50 productores de este delicioso platillo, así como de otros productos derivados de la milpa, como cafés y nieves de distintos sabores.
“Este año nos acompaña doña Edmunda, de Oaxaca, que trae tamales de chicatana, realizados con la hueva de una hormiga voladora que se da en época de lluvias”, explicó a Noticias MVS, David Hernández Morata, jefe del Departamento de Servicios Educativos del museo, precisó que para muchos el tamal es el alimento o platillo nacional porque su base es el maíz, aunque hay tamales que no necesariamente están hechos con ese grano.
El tamal, explicó, “viene de una palabra náhuatl que significa un envuelto. Hemos encontrado envueltos en verduras, algunos tamales vegetarianos, a lo largo de los 25 años de esta feria”, además de que hay tamales en otras regiones, por ejemplo, Centroamérica, ya que hasta allá llegaba el cultivo del maíz.
Los visitantes a esta fiesta podrán disfrutar también de las corundas y los uchepos de Michoacán, el zacahuil de la huasteca veracruzana (un enorme tamal comunitario que preparan las comunidades para honrar a sus muertos), los vaporcitos, los tamales de cohinita pibil de Yucatán y los de chipilín de Chiapas.
De la zona lacustre del Valle de México se ofrecerán los tamales de pescado, también los habrá dulces como los de amaranto con piña y hasta prehispánicos como los de ayocote y hierba santa, además de los nacatamales que se hacen sobre todo en Nicaragua y Honduras.
Hernández recordó que la tradición de los tamales el 2 de febrero marca el fin de las fiestas decembrinas, 40 días después del 25 de diciembre. “No es una coincidencia, ese día es la bendición de las velas, por eso es el Día de la Candelaria, pero también de las semillas y con esto marcamos nosotros también el inicio del ciclo agrícola”, pues es cuando empieza la siembra en algunas regiones del país.
Si bien el año pasado, la Feria del Tamal registró más de 60 mil asistentes, el Museo Nacional de Culturas Populares no busca incrementar esa cifra sino más bien, que la gente pueda conocer la diversidad cultural de nuestro país a través de este platillo.
Los precios oscilarán entre los 20 y los 60 pesos aproximadamente, según los ingredientes ya que muchos tamales se realizan con productos de temporada, como la hormiga chicatana.
Además de la degustación, se ofrecerán actividades adicionales. Por ejemplo, el sábado 28 de enero, Alejandro Almaguer, director de Medicina Tradicional de la Secretaría de Salud federal, impartirá una charla donde hablará de la dieta de la milpa y cómo los alimentos tienen que ser culturalmente afines a sus consumidores.
Mientras que el 2 de febrero, José Iturriaga abordará el tema de la cocina mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y el domingo 29 de enero se presentará una obra de teatro titulada Las tandas del tamal.
Adicionalmente, a lo largo de los siete días de feria, los productores harán demostraciones de cómo se hacen los tamales, la forma de envolverlos y la preparación de la masa, donde compartirán con los asistentes trucos, tips y hasta los pequeños rituales que realizan al momento de su elaboración.