Un Casanova de pesadilla
José Antonio Hernández | Joaquín Gil
* La Fiscalía de Madrid pide siete años y medio de cárcel para un seductor nicaragüense de 36 años que consiguió que una señora australiana de 68 le comprara una vivienda en España. Tras acceder a la petición, comenzó el horror de la enamorada.
El País
Madrid.- Robyn A. M. creyó en 2011 haber encontrado al amor de su vida. A sus 68 años, esta mujer natural Singleton (Australia) sintió como su amistad con Bismarck A. L., un nicaragüense residente en Madrid, de 36 años, se transformaba en algo más. Ambos se habían conocido a través de Facebook.
Tras tres años de mensajes, confidencias y promesas virtuales, la mujer viajó a España. Quería conocer a su amado. Bismarck se comportó con ella como un caballero. Y, entre lisonjas y palabrería, le propuso que vendiera su vivienda en Australia para adquirir un piso en Madrid donde vivir juntos.
La mujer accedió. Y en febrero de 2015 transfería 136.347 euros desde el Wetpack Banking Corporation a la cuenta de su Casanova en Madrid. Con el dinero en el bolsillo, el nicaragüense compró un piso en el municipio madrileño de Alcalá de Henares. Le dijo a su enamorada que ella no podía figurar como propietaria en la escritura al carecer de Número de Identificación de Extranjeros (NIE), un documento que cuesta 9,45 euros y que se consigue en la embajada en solo cinco días.
La siguiente secuencia se desarrolla en junio de 2015. Bismarck comunica a su amada una noticia inesperada. Le confiesa que está casado con una española, que tiene una hija de cuatro años y que todos juntos residirán en la casa adquirida por la anciana. La enamorada entra en cólera. Pide vender la vivienda, recuperar su dinero.
«Vieja arrogante»
El conquistador contrataca. Y lanza un bombardeo de mensajes a través de Facebook. “Vieja arrogante”, llega a decirle.
“Las escrituras están a mi nombre, no al tuyo, idiota, te echaré de casa. […]. No tienes ningún documento que diga que esta casa es tuya, venderé si quiero y cuando quiera. Y te trataré bien cuando te lo merezcas”, le escribió en un correo. “A partir de mañana empezaré a mirar tus pasos en casa. Lo primero que haré es ser tu enemigo”, le advirtió en otro. “Desde que transferiste el dinero a mi cuenta has pasado a mi poder y voluntad”, añadió el seductor en un tercero.
“Tú no eres mi empleado, eres mi amante”, respondió la australiana.
Bismarck se sienta hoy en el banquillo de la Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid. La Fiscalía de Alcalá de Henares pide para él siete años y medio de prisión por los delitos de estafa y amenazas graves, una orden de alejamiento de 500 metros de tres años y la devolución de los 136.347 euros que percibió por la vivienda de la discordia.