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Alimentos que previenen el cáncer

alimenSarah Romero | Muy Interesante

* Muchas investigaciones han puesto de manifiesto que algunos alimentos pueden ayudar a prevenir el cáncer.

La nutrición es, sin duda, una parte importantísima cuando hablamos del tratamiento contra el cáncer. Ingerir alimentos adecuados antes, durante y después de un tratamiento nos ayudará a sentirnos mejor y a que nuestro organismo se encuentre con mucha más fuerza para hacer frente al cáncer.

Afortunadamente, contamos con una gran variedad de alimentos que se convierten en auténticos aliados y protectores frente al cáncer por sus propiedades anticancerígenas.

Los compuestos activos de algunos de ellos evitan el crecimiento y la proliferación de células tumorales, como la vitamina A de la zanahoria, el licopeno del tomate o las fresas, los indoles presentes en las coles; la vitamina A del melocotón; los flavonoides de los cítricos, las antocianinas y fenoles de las uvas o las berenjenas o la luteolina de melón o las espinacas.

No olvidemos que llevar un estilo de vida sano -incluyendo la dieta- es crucial para no desarrollar alguno de los muchos tipos de cáncer que existen, pues entre el 20% y el 25% de los tumores malignos podrían evitarse con una dieta adecuada.

Aunque nos resulte sorprendente, teniendo en cuenta los números de pacientes que barajamos hoy día, el cáncer es una enfermedad que lleva afectando al ser humano desde hace siglos. Incluso se han encontrado tumores en fósiles de momias egipcias o referencias a los mismos en escritos de miles de años como el Papiro de Egipto Ebers.

Algunos de los alimentos de consumo habitual cuyas propiedades nos pueden proteger frente al cáncer son, entre otros: el aceite de oliva virgen extra, el tomate, el brócoli, el trigo, la soja, la cúrcuma, la granada, las setas, el aloe vera, el ajo, el té verde, la lechuga, las espinacas, los frijoles, las nueces, las naranjas y los limones.

A evitar: Hay que evitar comer en exceso las carnes (tienen mucho colesterol) y alimentos con muchas grasas y calorías, café, edulcorantes y conservantes.

El licopeno, presente en el tomate fresco y sus derivados, ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que posee un efecto anti-carcinogénico y anti-aterogénico, al intervenir en la comunicación intercelular y modular los mecanismos inmunológicos.

Granada

La granada contiene elementos que inhiben el movimiento de las células cancerígenas y reducen la metástasis, evitando la expansión del cáncer, según revelaba un reciente estudio realizado en la Universidad de California.

Café

Según un estudio de la Universidad de Rutgers (EE UU), beber café e incluso aplicarlo directamente sobre la piel es eficaz para prevenir el cáncer de piel, ya que la cafeína inhibe una proteína llamada ATR que, al ser neutralizada, lleva a la destrucción de las células dañadas por los rayos ultravioletas tras una excesiva exposición al sol.

Leche

Al igual que los huevos, la leche tiene propiedades anticancerígenas por su alto contenido en vitamina D. Además, se ha descubierto recientemente que la leche materna, además de fortalecer el sistema inmunológico del bebé, previene tumores infantiles agresivos gracias a dos de las proteínas que contiene (TRAIL y “Hamlet”).

Ciruelas y melocotones

Las últimas investigaciones han revelado que los extractos de ciruela y melocotón ayudan a destruir las células del cáncer de mama, incluso a las más agresivas, sin dañar a las células sanas, lo que abre las puertas a nuevos tratamientos de quimioterapia sin efectos secundarios.

Nueces

Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Marshall en Estados Unidos demostraron que tomar un puñado de nueces al día reduce el riesgo de padecer cáncer de mama por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fitosteroles

Brócoli

La clave está en su elevado contenido en isotiocianatos. Esta sustancia, también presente en el repollo y la coliflor, elimina la proteína del gen p53 defectuoso que provoca el crecimiento anormal de las células.

Orégano

Según una investigación llevada a cabo por la Universidad Long Island (EE UU), uno de los componentes del orégano, el carvacrol, induce apoptosis o muerte celular programada en las células tumorales de la próstata. Esta superespecia tiene además propiedades anti-inflamatorias y actúa como antibiótico.

Huevos

El licopeno, presente en el tomate fresco y sus derivados, ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que posee un efecto anti-carcinogénico y anti-aterogénico, al intervenir en la comunicación intercelular y modular los mecanismos inmunológicos.

Vino

De acuerdo con un estudio reciente, los hombres que beben alrededor de cuatro copas de vino tinto a la semana reducen en un 50% el riesgo de contraer cáncer de próstata. Este efecto se debe al antioxidante resveratrol, que reduce los niveles de hormonas masculinas, como la testosterona, que estimulan el crecimiento tumoral. Sin embargo, no olvidemos que existe evidencia científica que expone que beber alcohol en exceso está asociado con un mayo riesgo de cáncer de la cavidad oral y la faringe. El alcohol también puede aumentar el riesgo de cáncer de mama al dañar el ADN de las células.

Té verde

Debido a su alto contenido en polifenoles y antioxidantes, el té verde (y también el té negro) es una poderosa bebida anticancerígena. Evita que las células cancerígenas se dividan y se multipliquen, lo que lo convierten en un estupendo aliado para ayudar a combatir esta enfermedad.

Trigo y centeno

Según el Instituto Americano de Investigación del Cáncer, los cereales, como el trigo o el centeno, contienen una serie de ingredientes que eluden el cáncer. Estos alimentos tienen la capacidad de acelerar el tránsito intestinal y ayudar a prevenir el cáncer de páncreas, estómago, colon y mama.

Aceite de oliva

Este oro líquido tiene muchos beneficios. En particular, sus compuestos polifenólicos ayudan a combatir el cáncer de mama en sus fases más agresivas. Además, gracias a sus propiedades, que facilitan la transformación de los alimentos, impiden la absorción de grasas y azúcares nocivos para el organismo.

Aloe vera

La planta de aloe vera tiene la capacidad de reforzar nuestro sistema inmunológico y prevenir los daños de las fases germinales del cáncer de páncreas y pulmón.

Manzanas

Toma manzanas para evitar el cáncer. Según un estudio realizado por investigadores del Instituto Mario Negri de Milán (Italia), y publicado en la revista Annals of Oncology, el consumo regular de manzanas reduce significativamente el riesgo de padecer diversos tipos de cáncer, como el de esófago, el ovárico, el colo-rectal o el de próstata. Además, los fitoquímicos de este fruto previenen el cáncer de pecho.

Frutos rojos

Ya hemos hablado de las ciruelas. Pues, en general, los frutos rojos, especialmente los arándanos aportan antioxidantes y flavonoides que se encargan de limpiar todos los radicales del cuerpo, responsables de dañar las células.

Chile

Un equipo de científicos de la Universidad Bernardo O’Higgins (Chile) anunció que, mediante el uso de moléculas vegetales modificadas, podrían devolverle la capacidad de «suicidarse» a las células tumorales, atacando así el tumor «desde dentro», pudiéndose convertir en una posible cura para el cáncer. No en vano, el chile y otros tipos de picantes contienen un compuesto llamado capsaicina, muy efectivo combatiendo el cáncer de intestino, colorrectal y de próstata.

Comino

El comino es un ingrediente habitual en la cocina asiática. Esta especia de color amarillo es rica en fitoquímicos, sustancia que te protegerá contra la inflamación del cáncer.

Semillas de lino

Las semillas de lino destacan por su alto contenido en omega3. Contienen, además, compuestos llamados lignanos y fibra dietética que tienen múltiples beneficios para nuestra salud: previenen el estreñimiento, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la osteoporosis. La linaza posee así tres elementos que pueden reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer: el ácido alfa-linolénico, un ácido graso esencial omega-3; los lignanos, que son fitoestrógenos y antioxidantes; y la fibra dietética.

Ajo

El ajo es otro de los alimentos que previene y combate el cáncer gracias a su alto contenido en antioxidantes como la lisina y la quercetina que, además, es muy utilizado para prevenir resfriados.

Podemos tomarlo crudo, cocinándolo como condimento en nuestras comidas o salsas o incluso en ensaladas y pastas. El beneficio es el mismo.

Jengibre

El jengibre es un poderoso antioxidante que ayuda a reducir los radicales libres de nuestro organismo, tiene propiedades antitumorales. De hecho, es incluso más eficaz que muchos fármacos contra el cáncer. Entre otras cosas, la raíz del jengibre reduce los tumores en la próstata. Así lo confirmó un estudio de la Georgia State University, que evidenció que el extracto de jengibre hizo disminuir el tamaño de los tumores de próstata hasta un 56% en un grupo de roedores.

Espinacas

Las verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas o la lechuga son vegetales con un alto rango de carotenoides responsables de liberar los radicales libres que dañan nuestro cuerpo. Las espinacas tienen un súper poder anticancerígeno, pues se han identificado al menos 13 compuestos diferentes de flavonoides en las espinacas que funcionan como antioxidantes o como agentes anti-cancerígenos.

Cebolla

Las cebollas contienen flavonoides, encargados de proteger las células. Esta planta bulbosa del género Allium es una gran aliada contra el cáncer gracias a sus compuestos orgánicos ricos en azufre. Previene e inhibe el desarrollo del cáncer.

Perejil

Al igual que el orégano, el perejil también posee múltiples beneficios asociados al cáncer: funciona como un desinflamatorio, antifúngico, antiviral y antiespasmódico. El compuesto llamado apigenina, es un flavonoide que acorta la vida de las células cancerosas. También está presente en la menta o el apio.

Yogur

Los alimentos lácteos tienen sus pros y sus contras; aunque son una buena fuente de calcio, también pueden ser altos en grasa. Cuando se trata de los efectos de los productos lácteos que nos ponen en mayor riesgo de cáncer de mama, un nuevo estudio encuentra que es conflictivo. Así, mientras el queso (no todos los tipos de queso, pero sí el cheddar o similares) puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, el yogur puede reducirlo.

Salmón

El salmón, la trucha, el arenque, las sardinas o la caballa son grandes aliados contra el cáncer. En general estas especies de pescados azules son ricas en grasas omega-3 que reducen la inflamación del cuerpo. Los ácidos grasos omega-3 poseen un efecto anti-cancerígeno sobre todo en el cáncer de colon, mama, melanoma maligno y leucemia.

Soja

Los productos de soja han sido relacionados con una menor incidencia en cáncer de pecho. Un estudio en el Reino Unido encontró que 11 gramos de soja al día reducen las recaídas y la tasa de mortalidad entre las mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama.

Cúrcuma

Esta especia de color anaranjado usada frecuentemente en la cocina hindú tiene propiedades antiinflamatorias. La cúrcuma posee un polifenol llamado curcumina que destruye las células cancerígenas y bloquea una proteína asociada con el cáncer gastrointestinal.

Batatas

Las batatas poseen un alto contenido de beta-caroteno y tocoferol, que estimulan el sistema inmunológico. Por si esto fuera poco, son unas estupendas aliadas de nuestro organismo, ya que eliminan los químicos que son causantes del cáncer, mejoran la memoria y previenen las enfermedades cardiovasculares.

Tofu

Un compuesto del tofu, la genisteína, posee propiedades antioxidantes que inhiben el crecimiento de las células del cáncer. Tomar unos 10 miligramos de tofu al día nos ayudará a disminuir la recurrencia del cáncer de mama en un 25%.

Carne orgánica

Las carnes orgánicas, incluyendo carne de res o hígado de pollo, son recomendadas en muchas dietas que combaten el cáncer ya que se consideran uno de los alimentos más densos en nutrientes del planeta y extremadamente altos en vitamina B12. El consumo de carnes orgánicas ayudará a limpiar el hígado y mejorar la capacidad de eliminar toxinas de la sangre y el tracto digestivo. Estos alimentos ricos en minerales pueden ayudar a contrarrestar los efectos del alcohol, los medicamentos recetados, las alteraciones hormonales, los altos niveles de triglicéridos, el bajo contenido de potasio, la obesidad y las infecciones virales.

Cítricos

Los pigmentos de colores brillantes que encontramos en los alimentos vegetales son una señal segura de que están irradiando fitoquímicos, especialmente antioxidantes carotenoides. Esta es exactamente la razón por la que es deseable que nuestro plato sea una especie de arco iris. Los carotenoides (alfa-caroteno, betacaroteno, licopeno, luteína, criptoxantina) son derivados de la vitamina A que se encuentran en muchos cítricos, así como en bayas, calabazas y otros alimentos vegetales.

Cuando se trata de verduras ricas en carbohidratos, los estudios demuestran que los carbohidratos complejos, incluyendo las batatas, zanahorias, remolachas, otros tubérculos y alimentos de grano entero, están relacionados con un riesgo reducido de varios tipos de cáncer. Por el contrario, la ingesta de grano refinado y de alimentos de alta carga gliuémica se asocian con un mayor riesgo de diferentes tipos de cáncer, incluyendo el de mama y el colorrectal.

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