Obama sube el tono contra petrolera inglesa
Derrame petrolero en el Golfo de México.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, increpó este viernes a la compañía British Petroleum (BP) tras enterarse de que la petrolera británica distribuirá US$10.500 millones a sus accionistas, mientras muchos residentes del Golfo de México siguen viviendo en carne propia las consecuencias económicas y ecológicas de la fuga de petróleo del pozo de la plataforma Deepwater Horizon.
En su tercera visita a la zona afectada por la mancha de crudo en el estado de Luisiana en menos de un mes, el mandatario expresó su malestar en una rueda de prensa en Nueva Orleans.
«Tengo entendido que BP ha contratado una campaña de publicidad televisiva de US$50 millones para controlar su imagen durante este desastre», dijo Obama.
«Además, hay informes de que BP desembolsará US$10.500 millones (…) en pagos de dividendos de este trimestre», agregó.
El mandatario aclaró que si bien «no tengo un problema con que BP cumpla con sus obligaciones legales, sí quiero que BP entienda claramente que tienen obligaciones morales y legales aquí en el Golfo por los daños que ocurrieron».
Los sondeos de opinión han detectado una nueva tendencia más negativa hacia el papel de Obama en el manejo de esta crisis.
Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, aunque el propio presidente ha dicho no querer un enfrentamiento con BP, sino establecer una colaboración productiva que ayude a superar la crisis, sus palabras han sonado como «amenazantes» sobre lo que podría pasarle a la empresa si no cumple con lo que el presidente definió como «sus obligaciones».
La mancha petrolera ha diezmado sectores como el turismo y la pesca en Luisiana y otros estados del Golfo de México.
«Y no quiero enterarme de que están gastándose esa cantidad de dinero en sus accionistas y publicidad televisiva y que luego se pongan a regatear con los pescadores y pequeños empresarios aquí en el Golfo», dijo Obama.
Chirinos, explicó que con esta última visita, el ejecutivo al parecer quiso reparar su imagen entre quienes han criticado al gobierno por lo que consideran una respuesta lenta y una posición complaciente frente a BP.
Chirinos destaca que el presidente Obama ha seguido la estrategia desarrollada en los últimos días por la Casa Blanca de presentarse como «más duro» con la petrolera británica, la que cuenta actualmente con muy poca simpatía entre los estadounidenses.
«El presidente incluso ha sido criticado también por quienes no lo han visto suficientemente molesto, en sus declaraciones sobre el derrame. Y aunque Obama sigue manteniendo un semblante calmo en sus apariciones públicas. Se le ve más combativo», dijo Chirinos.
Optimismo
En su último parte BP habló con optimismo del último esfuerzo por detener el derrame.
La empresa anunció que la instalación de una cúpula de contención sobre el pozo ha permitido canalizar parte del crudo hacia la superficie.
Según los guardacostas de Estados Unidos, el crudo está siendo recogido a una tasa de unos mil barriles diarios.