La muerte de un perezoso…
Dr. Enrique Rimbaud
¡Que no sea en vano! ¡Que la muerte de este oso perezoso no sea en vano!
Hace no mucho, estuvimos debatiendo árida y vehementemente con algunos jinotepinos, donde les planteábamos que no podían tener en su plaza ocho osos perezosos.
Ellos no están comiendo bien, no tienen una dieta adecuada, no reciben sanidad, pierden fuerza genética y reproductiva al cruzarse entre ellos por más de cincuenta años sin renovar sangres, y son objeto de agresiones por parte de varios de los transeúntes del parque.
Algunos ignorantes, plantearon que eran patrimonio cultural de Jinotepe. Ningún animal es patrimonio cultural de una comunidad y menos si es una especie en vías de extinción y no se le da oportunidad de alimentarse, desarrollarse, reproducirse y multiplicarse como debiera.
Después vimos que habían otros osos perezosos en otras plazas, Masaya, Masatepe, y Jinotega, y que en todos lados montaban el show con la misma cantinela ignorante de que eran patrimonio cultural de cada pueblo.
Nadie nos quiso entregar sus osos, para los cuales tenemos preparada una reserva en el norte donde no hay depredadores y pueden alimentarse y reproducirse en forma adecuada, conservando la especie.
El lunes por la noche, algún inadaptado le arrojó algo al oso perezoso de Jinotega, que lo hizo caer de su árbol al piso, más de veinte metros de caída, por lo que amaneció en el piso, en shock y con fracturas varias, medio comido por las hormigas, pero vivo aún.
Lo recogieron y lo llevaron al Magfor, quienes me llamaron, y les indique que lo llevaran a la veterinaria de nuestra representante de Fundación A.Mar.Te. en Jinotega, la Dra. Raikhan Isaatseva, quien se comunicó conmigo prestamente y se le brindaron los primeros auxilios.
Le dijimos que en forma urgente trasladaran el oso a Managua, a nuestra clínica, para poder brindarle toda la atención, a lo que el MAGFOR planteó que no se iba de Jinotega porque era patrimonio cultural.
Gracias a gestiones de la Procuraduría General de la Repúblico, aliados gubernamentales en la lucha por los derechos de los animales, el miércoles a las 8 de la mañana llegaron con el oso a nuestra clínica.
Pero, ya era tarde, había pasado demasiado tiempo, ya había desarrollado neumonía y perforación de pulmones, un liquido amarillo sanguinolento salía permanentemente por sus fosas nasales, se le administró toda la batería disponible y luego de diez horas de lucha, falleció.
Impotencia, desazón y mucha rabia nos invadió. Porque quizás hubiera muerto de todas formas por sus lesiones… pero, cuanto más temprano se trate, más oportunidades tenemos de que viva.
Los animales no son adornos de plazas, si quieren adornar plazas pongan plantas, monumentos, juegos para niños, pero dejen de una vez de tener animales, devuélvanles su libertad, y respeten que son especies en vías de extinción.
¡No más animales en las plazas! ¡Seguiremos luchando por ello!
¡Porque los animales nos importan!