“Caso Televisa” podría disiparse en diciembre
Con olor de la pólvora de diciembre concluirá el caso de los 18 mexicanos apresados en Nicaragua con seis Van con logos de Televisa y 9.2 millones de dólares.
Lo dicen todos los medios de comunicación: fue sorpresiva la disposición del juez Noveno de lo Penal, Edgard Altamirano, de aplazar hasta el 10 de diciembre el inicio del juicio contra los aztecas liderados por Raquel Alatorre Correa que juran ser empleados de Televisa.
La decisión del judicial nicaragüense coincide con una intensiva campaña de la televisora mexicana por desligarse por todos los medios de los detenidos, siendo su principal aliado el estado mexicano a través de la Procuraduría General de la República.
Suspicacias en el ambiente
El dejar casos tan difíciles como el de los 18 mexicanos para un mes tan festivo como diciembre, ha hecho siempre encender el radar de las suspicacias.
En días como los escogidos u otros como los de Semana Santa, han ocurrido fallos inesperados en casos y años anteriores, sin que la opinión pública se interese tanto debido al estado emocional de “desmovilización” que existe en Nicaragua a partir del 7 de diciembre, día de la “Gritería”.
Con ese escenario de un país que se apresta a disfrutar de las vacaciones de fin de año, es que se llevará a cabo el juicio contra los 18 detenidos que son liderados inobjetablemente por Raquel Alatorre Correa, la mujer que ha hecho temblar al imperio de la gigante televisora mexicana al sostener –lo sigue diciendo- que ella y sus otros 17 colegas de infortunio trabajan para Televisa.
Poco interés por delitos de narcos
Hay muchas interrogantes en el escenario y ha sido tal el interés de algunos por demostrar que los 18 detenidos no tienen nada que ver con Televisa, que se ha descuidado de cierta manera el delito cometido en Nicaragua y resto de Centroamérica por donde se movilizó la caravana de las Van con equipos ultramodernos de transmisión que en vez de señuelo, hacen pensar en algo más concreto.
Nunca se supo, por ejemplo, con quienes se contactaban en los países por donde se movilizaron durante seis años antes de ser atrapados. ¿Quiénes los recibían en Nicaragua? ¿No se interesó nadie en conocer qué “coberturas” atraían tanto hacia nuestras tierras a semejante comitiva?
¿No realizaban labores de sicariato? A como están las cosas, de repente no habrá forma de probar que los extraños visitantes de las Van son realmente narcotraficantes, lavadores de dinero y miembros del crimen organizado.
El caso de piloto mexicano
Sorpresas en fechas festivas ya han ocurrido con récord nefasto para nuestra justicia, como el caso del piloto mexicano José Salvador López Santos, quien en junio de 2007 fue capturado en el aeropuerto Sandino a bordo de una avioneta en la que llevaba 985 mil dólares.
López Santos fue juzgado por “contrabando aduanero” y menos de dos años después de su enjuiciamiento, fue liberado primero por excelente conducta en la cárcel de Tipitapa. Ante el escándalo en los medios de comunicación fue anulada la liberación, sin embargo, pocos meses después fue indultado por la Asamblea Nacional, lo que fue parado por el presidente de la República.
Finalmente López Santos se fue tranquilamente a su país bajo el cuento de que era un reo bien portado. A nadie se le ocurrió pensar que el dinero que traía era para el narcotráfico, pese a que la Policía Nacional dijo que el piloto pertenecía al cártel de Sinaloa.
¿Cuándo lo liberaron? Durante el indulto por el Día de las Madres de mayo de 2010 y se fue en medio de una lista de otros 38 reos.
¿De qué cártel es que son?
Resulta curioso, como señalábamos antes, que de repente todo se centre en el interés por demostrar si los 18 detenidos son o no de Televisa, mientras como era de esperar, la empresa televisora trata por todos los medios de descalificar a la única periodista que se ha atrevido a enfrentarla: Carmen Aristegui.
Ojalá que este caso no finalice con un “decembrazo” que a fin de cuentas y a como se han venido desarrollando las cosas, tendría mayor repercusión en México que en Nicaragua, dado que aquí apenas sabemos sobre las andanzas de doña Raquel y sus muchachos. Y a todo esto, ¿a qué cártel es que pertenecen? No, tampoco se conoce eso.