Nica asesinada junto al río San Juan
Un nicaragüense mató en Costa Rica, a orillas del río San Juan, a su compañera de vida de la misma nacionalidad, luego huyó con su pequeña hija hacia nuestro país, donde fue capturado por la Policía Nacional.
El tráfico suceso ocurrió el último día de 2012 en Chorreras de Cutris, San Carlos, Costa Rica, donde habitaba la pareja en una vivienda de madera de dos pisos, según el periodistas Carlos Hernández, del diario La Nación.
Según la información, la nicaragüense Clarisa Urbina, de 21 años, fue ejecutada con una carabina calibre 22 de magazine, por su compañero sentimental, de la misma nacionalidad, Rodolfo Espinoza, de 27 años.
De acuerdo con la versión policial, Espinoza accionó solamente una vez el arma de fuego. El disparo de contacto impactó a Urbina en la parte posterior de la cabeza causándole la muerte instantáneamente, informó Gerald Campos, Jefe Regional del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Según la declaración de testigos, tras el hecho, Espinoza salió de la vivienda con el arma en la mano en la mano derecha y en la izquierda llevaba a su hija Rosaura, de 16 meses de nacida.
“Sin decir palabra alguna se dirigió a la margen tica del San Juan donde abordó un bote de madera para escapar con destino a Nicaragua”, detalló.
Tres horas después y alertados por policías costarricenses, oficiales de la policía del vecino país capturaron a Espinoza en la comunidad El Castillo, situada a 30 minutos en bote del sitio del suceso.
En ese instante, el sospechoso llevaba a la infante en brazos. Ella no presentaba ninguna lesión física.
Espinoza y Urbina tenían 10 meses de haber llegado a Chorreras junto con sus dos hijos, un niño de 7 años que al momento de la trágica agresión estaba en casa de su abuela paterna en Nicaragua y la bebé que ya fue entregada a los abuelos maternos.
Pablo González, vecino de la pareja, dijo que la ahora fallecida Clarisa Urbina estaba en la primera planta de la casa conversando con su amiga Yohana González, cuando su compañero sentimental haciendo un gesto con la cabeza la llamó para que subiera a la segunda planta.
“Ella que estaba tomando una gaseosa y comiendo una fritura, subió en el acto y de seguido, sin que discutieran, escuché un balazo y a una persona caer al piso, recordó Pablo González.
Por su lado, Johana González dijo estar impresionada por la actitud fría del presunto asesino de su amiga Clarisa.
“Aterrorizada lo miré bajar a la primera planta como si no hubiera hecho nada. Se mostró indiferente como si hubiera matado a un animal”, comentó la señora González.
El Jefe Regional del OIJ dijo que es indiscutible que algún problema había entre la pareja, pero que los vecinos no estaban enterados del mismo.
“Ellos aparentaban llevar una relación normal, pero algo no caminaba bien y explotó en el femicidio”, enfatizó el jerarca policial.
Sobre el presunto asesino, manifestó que el mismo será juzgado en Nicaragua dado que no existe tratado de extradición entre ese país y el nuestro.
El cadáver de Clarisa Urbina fue sacado de la montaña ayer a las 11 a.m.
Fue una acción llena de peripecias dado que el acceso a la zona está muy complicado debido al pésimo estado del camino El Roble -Chorreras -Tiricias de Cutris.
El cadáver lo sacaron en un bote de madera que navegó alrededor de 30 minutos por afluentes del San Juan como el Caño Crucitas y el Río Infiernillo.