Sacerdote involucrado en muerte de chofer de Cardenal
* Conmoción en Honduras y hay rechazo a versión que señala que dos balas disparadas contra serpientes, rebotaron y quitaron la vida al conductor
Un escándalo se cierne sobre la sociedad hondureña por la muerte de dos balazos de Nelson Cárcamo, conductor del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, a manos de un sacerdote belga.
La Iglesia Católica del país vecino aceptó el involucramiento en el hecho sangriento del presbítero Orlando Muyshondt y en un lacónico comunicado señaló que las autoridades investigan el suceso ocurrido el viernes pasado.
La Policía catracha calificó preliminarmente el hecho como “homicidio”, aunque el caso se está manejando con mucho hermetismo.
Balas “rebotadoras”
La Tribuna de Honduras señala que hay versiones distintas en torno al caso y algunas de ellas señalan que fue una muerte accidental. Víctima y victimario habitaban juntos en un lujoso residencial de Tegucigalpa.
La más increíble de las versiones señala que a fin de evitar que se introdujeran varias serpientes a la residencia, el religioso belga –poseído por el miedo-, tomó una pistola y realizó varios disparos, dos de los cuales rebotaron y mataron al conductor del cardenal Rodríguez Maradiaga.
En el parte policial se lee, en la sección de los casos de muerte por arma de fuego de la Unidad de Delitos contra Vida de la Jefatura Metropolitana de Tegucigalpa: “a las 18:00 horas en el Hospital Medical Center se tomó nota de un cadáver de nombre Sadid Cárcamo Matute, de 41 años, con identidad número 0801-1971-00102, motorista, casado, originario residente de la Colonia San Ignacio de Tegucigalpa”.