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Hoy un perro me llamó por teléfono…

Estaba yo tranquilo esta mañana, tipeando proyectos en la compu, tomando un rico y humeante café matagalpino, cuando suena el teléfono… contesto… preguntan por el doctor, y cuando requiero información de quien me llama, no salgo de mi sorpresa cuando me dice:

– Doctor, no me cuelgue, le habla un perro, un perro cualquiera, indio, chapioyo, desclasado y hasta callejero eventualmente… sabemos que usted se dedica a apoyarnos y queremos transmitirle una inquietud…

– Adelante, amigo, adelante, faltaba más…

– Pues fíjese amigo como es el problema, se supone que en Nicaragua hay entre seis a siete millones de habitantes humanos, y no más de dos millones de nosotros… los humanos casi nunca se desparasitan, y solo se vacunan contra enfermedades que solo les afectan a ellos: tétanos, tuberculosis, difteria, tifoidea, viruela, rubeola y sarampión, sin embargo, nosotros somos más considerados, y nos desparasitamos generalmente cada dos o tres meses, y estamos vacunados contra enfermedades que los afectan más a ellos, como: leptospirosis, rabia, hepatitis, etc.

– Ajá… si, eso lo sabía…

– Desde un tiempo a esta parte hay cierta molestia con los humanos, porque sin consultarnos inventaron el concentrado, comida que no tiene ni buen aspecto ni buen sabor y que tantos problemas renales y de cálculos de vejiga y uretra nos traen…

– Si, la verdad que tienen razón….

– Pero ahora, el problema es peor, con la epidemia desatada de leptospirosis, muchos de nuestros compañeros están aterrados de que los humanos los contagien, reclamando porque nosotros estamos vacunados y ellos no, que son peligrosos, y han optado por dejar de jugar, de lamer, de interactuar, aterrados por no ser contagiados por los humanos por esta enfermedad…

– No sabía esto…

– La inquietud nuestra es la siguiente: ¿corremos peligro con los humanos?, bueno, ya una parte de estos son considerados peligrosos, porque se embolan o no, y nos machetean, nos pegan, nos atropellan con sus carros, pero, tratamos de ignorar esto y seguir creyendo en el amor de nuestros amos, ¿pueden entonces contagiarnos?

– No amigo, la leptospirosis la transmite la rata, ni el hombre contagia al perro, ni el perro al hombre, es solo la rata la que transmite la enfermedad. Eventualmente, también los animales de granja nos pueden contagiar.

– ¡Ah!, muchas gracias, nos quedamos tranquilos entonces. ¡Tenga usted muy buenos días!

– ¡A sus órdenes, como siempre

Enrique Rimbaud

Presidente Fundación A.Mar.Te.

Doctor en Medicina y Tecnología Veterinaria

Reg. Colegio Veterinario N° 256

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