Ventosas: milenarias y actuales
Son múltiples las bondades de la terapia con ventosas.
La aplicación de ventosas sobre nuestro cuerpo es una práctica increíblemente antigua. Actualmente se han puesto de moda por anuncios televisivos que pregonan, como si fuera algo nuevo, la forma en que ayudan a combatir la celulitis.
Más de alguno de nosotros habrá escuchado de su existencia en platicas de mayores, pero son muy pocas las personas que conocen las bondades de ésta técnica.
Esta terapia se remonta a varios miles de años, es muy popular en la Medicina Tradicional China, y ampliamente utilizada en ambas culturas, Oriental y Occidental. Consiste en colocar la ventosa en la zona deseada del cuerpo y dejarla inmóvil o bien untar aceite sobre la piel del paciente y deslizar la ventosa sobre ésta.
Es una técnica extremadamente sencilla, que cualquier persona o inclusive uno mismo la puede aplicar en su casa sin necesidad de mucha práctica, ya que hasta con lo materiales se puede improvisar. Recuerdo a doña María, una paciente, que me decía en un Centro de Salud, “doctora, hasta con jícaras mi hermana me ponía ventosas”.
Un médico o alguna persona que haya tenido una preparación formal sobre ésta técnica, están al tanto de su importancia y alcance. Las ventosas, combinándolas con los recorridos de los meridianos y los puntos acupunturales no solamente ayudan a tratar ciertas enfermedades, sino que hasta llegan a diagnosticar o a orientar al médico sobre algunos padecimientos.
Existen varios materiales de los cuales se elaboran las ventosas, entre los más populares tenemos el bambú, la cerámica y el vidrio. Aunque ahora las modernas se están haciendo de plástico, por lo general, que se aplican gracias a una bomba de aspiración o pera de goma, muchas de las cuales también incluyen la terapia adicional con imanes. En tamaños, van desde grandes del tamaño del fondo de un refresco de 12 onzas, hasta muy pequeñas del tamaño de la circunferencia de nuestro dedo meñique.
Las ventosas tienen forma de tambor, siendo más anchas en su parte media. Las que son elaboradas con vidrio o plástico nos permiten ver la coloración que toma la piel durante la aplicación, detalle muy importante que ayuda a la hora de diagnosticar o tratar una enfermedad.
Muchas enfermedades se pueden tratar con ésta técnica, tales como estrés, contracturas musculares, dolores musculares en brazos, piernas o columna, insomnio, dolores de cabeza, dolores dentales, dolores artríticos, dolores ocasionados por el nervio ciático, espasmos, epilepsia, dolores abdominales, dolores menstruales, asma, resfriados, tos, para eliminar toxinas de la piel u órganos, parálisis faciales, problemas circulatorios, etc., sin dejar a un lado su participación en la tan temida celulitis.