80 mil centroamericanos desaparecidos en México
* 30 o 24 mil son mujeres, muchas de las cuales son convertidas en esclavas sexuales que terminan secuestradas en bares y cantinas
Es un hecho tan común que ya a pocos parece interesarles, sin embargo, el drama de los migrantes centroamericanos está todos los días presente en la ruta que pasando por México, lleva a Estados Unidos.
El desinterés de las autoridades aztecas y las de sus países de origen, radica quizás en que los que se marchan en busca del iluso “sueño americano”, son personas humildes y sin recursos como para plantar costosos reclamos en contra de sus victimarios.
La agencia Cimac plantea que ante la indiferencia de las autoridades para investigar los casos de las mujeres migrantes centroamericanas desaparecidas o víctimas de redes de trata, las organizaciones civiles realizan sus propias investigaciones y redes para frenar y denunciar esta problemática.
Es el caso de las y los integrantes del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), quienes desde hace 10 años han documentado la migración en el estado de Veracruz y mencionan que durante el sexenio de Felipe Calderón desaparecieron al menos 80 mil migrantes, de los cuales un 30 por ciento (24 mil) son mujeres.
Rubén Figueroa, coordinador del área de investigación para encontrar a migrantes, señaló que en la mayoría de los casos se topan con la indiferencia de las autoridades que además de no investigar, obstaculizan el camino de los grupos civiles.
Detalló que hay casos de mujeres migrantes desaparecidas que datan de hasta hace 10 años: “Ya son tantos que ya nadie los toma en cuenta, nosotros entregamos listas, pero nunca hemos obtenido una respuesta del consulado sobre las investigaciones o peticiones de información”.
Figueroa dijo que la mayoría de las migrantes desaparecidas en Veracruz son centroamericanas procedentes de Honduras, Guatemala o El Salvador, quienes son o han sido víctimas de trata de personas, secuestro y extorsión, pero lo más grave es que no hay denuncias al respecto.
“Tenemos documentados a través de testimonios y denuncias entre 70 mil y 80 mil migrantes que han desaparecido sólo durante el sexenio de Felipe Calderón; se habla que al menos el 30 por ciento de estos casos son mujeres y niñas”, estimó.
Reiteró que las mujeres migrantes son un grupo en condiciones de mayor vulnerabilidad, pues son víctimas de “coyotes” (traficantes de personas) o delincuentes.
Son moneda de cambio para las bandas del crimen e incluso hay testimonios de mujeres abusadas sexualmente cuando son detenidas por la policía municipal o las autoridades migratorias, abundó el integrante del MMM.
“Tenemos un gran número de mujeres desaparecidas, hemos seguido pistas y sabemos que son víctimas de redes de trata y se encuentran en Tlaxcala, Puebla y Chiapas”, añadió Rubén Figueroa.
“Las pistas nos llevan a que son explotadas en bares y cantinas; hace dos años localizamos a una mujer de 21 años desaparecida que sufrió explotación laboral y fue prostituida, y tras ser rescatada dio su testimonio”, relató.
Para Figueroa, cualquier indicio, una última carta, una llamada, un remitente puede ser la pista a seguir para encontrar migrantes desaparecidos, aunque reconoce que los casos de éxito son escasos, pues el gobierno hace caso omiso de las denuncias.
Alertó que la ruta Tabasco-Veracruz-Tamaulipas es un “foco rojo” para los secuestros y violaciones a mujeres migrantes.
Por su parte, fray Tomás González Castillo, director de la casa del migrante “La 72” y párroco de Tenosique, en Tabasco, advirtió que la complicidad de las autoridades migratorias y policías locales con el crimen organizado ha generado una escalada de violencia en contra de las y los migrantes centroamericanos, que en la mayoría de los casos queda impune por el miedo a la denuncia.
“Las mujeres son el rostro más doloroso de la migración, porque son mujeres que vienen arrastrando historias de abuso y abandono, y tratando de buscar una mejor vida para sus hijos o familia caen presas de redes de explotación”, advirtió.
“Tenemos cientos de testimonios y lo peor es que nadie hace nada para detener esto, y la propia autoridad es victimaria”, acusó González.
“Hay casos reales y documentados de agentes ministeriales al frente de una red de trata de menores en Tenosique, por ejemplo, y yo he oído cómo se ponen de acuerdo entre ellos para apoyarse a costa de las víctimas migrantes”, afirmó el párroco.