Hugo Chávez, ¿y qué tal si no te mueres?
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Nafer Velaides (*)
¿Y qué tal si no te mueres? Con esta macabra frase le respondió la sorprendida esposa a su marido cuando en sus últimos suspiros en su lecho de moribundo, le preguntó en forma confidencial sobre la paternidad de su segundo hijo.
No hay otro preámbulo preciso para esta nota que este; porque lo que está pasando en nuestra hermana República de Venezuela es muy parecido; un pueblo agolpado alrededor de la cama del convaleciente coronel donde una parte dice y quiere que se prolongue su vida y otra parte un poco más pequeña que hace esfuerzos notorios por su desaparición.
En nuestra historia reciente, no hemos conocido un caso parecido, donde estamos viendo hasta dónde puede llevar la ambición del poder, dejando atrás valores tan preciados como la vida; eso mismo está pasando en el Vaticano, según la opinión de expertos conocedores de la problemática de la Santa Sede.
Dios es el dueño de la vida y muy bien que lo sabemos quienes oramos en favor de su salud, como también lo saben los que se placen en ver descender al sepulcro al bolivariano presidente; me imagino cómo sería si haciendo un parangón democrático, se les consultaran a través de las urnas la continuidad o no de la vida de Hugo Chávez Frías, me imagino, lo digo de nuevo, cómo sería, pero no lo relato, porque en la vida nadie tiene la última palabra, el sentido común de la convivencia social muestra que el deseo ferviente de los humanos es la vida y no la muerte, pero de dónde sale tanto odio, reparos, etc.
¿Qué tal si no muere? Y si por el contrario Dios le sana y le levanta como lo estamos pidiendo muchas personas que nada tenemos que ver con la problemática venezolana. Me imagino que los que le han augurado deseos mortales, se estarían negando a boca de urna, que ellos no lo habían dicho ni deseado. Las probabilidades de vida del líder venezolano Hugo Chávez son más altas que muchos de los que se están creyendo sanos, basta con saber que los pensamientos de Dios para con este personaje son de vida y no de muerte; qué irá a decir el médico Marquina que le vaticina pocos días, y los políticos que le cuentan las horas.
En el pasado algo similar sucedía en el circo romano, donde los fieros leones devoraban a los cristianos bajo el aplauso placentero y complaciente de los paganos; qué pensarían esos mismos fanáticos de la muerte si un día ese león los acorralara, qué pensarían los que quieren y se alegran de la enfermedad del caudillo patriota si ese cáncer que tanta fuerza le hacen para que acabe a Chávez, se les presentara un día sin anunciarse en las vidas de ellos mismos o de sus familiares, cual león rugiente buscando a quien devorar; qué pensarían.
Afortunadamente no somos venezolanos ni tenemos intereses en la política interna de esta nación y eso nos permite ver con un ángulo diferente las cosas; en países como el nuestro, también se recurre a la muerte como arma política y de eso los colombianos sí que sabemos bastante, pero jamás nos alegraremos con la calamidad humana, y si hay que apoyar al contrincante se le apoya como los buenos gladiadores que esperan con la espada en la mano a que su adversario de levante y continúe la contienda, y no le dan la estocada en el suelo al moribundo rival.
Miren lo que dice el dueño de la vida en Eclesiastés 9:4: “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto”. Qué tal esta premisa divina, hay esperanza mientras se tenga vida, quizás Dios le está dando una lección a este león bolivariano para que sea más humilde y pueda así tener el apoyo y respaldo de todo su pueblo; lo de gobernar debería ser una opción para Chávez, pero lo más lindo que él debiera aspirar hoy por hoy y pedirle a Dios, debe ser la vida, así sea pequeño como el canino; en la mayoría de las veces, Dios quiere hacer morir al felino que llevamos dentro.
(*( soyperiodista.com