Científicos desvinculan consumo de aspartame con riesgos en la salud
La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria, AESA, afirma que no hay evidencia científica para apoyar una relación causal entre el consumo del edulcorante aspartame, utilizado para la fabricación de bebidas y alimentos, con el parto prematuro en mujeres embarazadas, o con el desarrollo de tumores cancerígenos.
La AESA, en una publicación de febrero del presente año, desmintió científicamente los resultados de dos estudios realizados en el 2010 sobre los posibles riesgos para las personas consumidoras de aspartame.
El primero asociaba la exposición de ratones suizos al aspartame con el desarrollo de tumores cancerígenos, mientras que en el segundo mostraba una supuesta asociación entre el consumo de refrescos endulzados artificialmente y el parto prematuro en una muestra de 59,334 mujeres embarazadas .
Vistos buenos para el ASPARTAME
• FDA de los EE.UU.
• Asociación Médica de EE.UU.
• Asociación Dietética de EE.UU.
• Asociación de Diabetes EE.UU.
• Aprobado en más de 105 países.
En ambos casos, el organismo, con sede en Parma, Italia, concluyó que la información disponible en ambos estudios «no da razón para reconsiderar las evaluaciones ya realizadas sobre el aspartame o aditivos artificiales ya autorizados en la Unión Europea» .
La AESA recomienda que se continúen estudiando otros factores relacionados con la dieta que podrían influir en la aparición de tumores cancerígenos. Además, señala que diferentes tipos de edulcorantes se utilizan solos o combinados con las bebidas, y que no hay justificación para concentrarse en un edulcorante específico.
Dulce y seguro
Si bien existe un debate sobre la seguridad en el uso de aspartame, el edulcorante está aprobado en más de 105 países y grupos independientes del área de salud también le han dado su visto bueno.
De acuerdo con un artículo de la Revista del Consumidor de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), «no existen pruebas científicas que apoyen una relación entre el aspartame y cualquier tipo de cáncer».
Un estudio del Instituto Nacional del Cáncer del año 2006 indica que «el aumento en el consumo de bebidas con contenidos de aspartame no se relaciona con el desarrollo de linfomas, leucemia o cáncer cerebral».
Por su parte, la nutricionista colombiana y docente universitaria, Consuelo Pardo, explica que es improbable que se pueda exceder la ingesta diaria admisible (IDA) de aspartame, ni siquiera por niños o personas diabéticas. El nivel recomendable por día es de entre 40mg/kg de peso corporal y 50 mg/kg de peso corporal, lo que equivaldría a consumir 15 refrescos gaseosos endulzados con aspartame al día.
La especialista señala que «debido a que el aspartame se descompone en fenilalanina, los organismos internacionales exigen que los productos que lo contengan, lo adviertan en su etiqueta para aquellas personas que sufren fenilcetonuria. Este defecto congénito causa una alteración del metabolismo en el que el organismo no puede metabolizar fenilalanina en el hígado».
La regulación requiere que se coloque una leyenda en las etiquetas de los productos con contenidos de aspartame, especialmente para alertar a los fenilcetonúricos de la presencia de fenilalanina en el producto.
«Los fenilcetonúricos son una parte muy pequeña de la población que no puede consumir ningún producto con fenilanalina, como la leche, y el aspartame. Generalmente la enfermedad se detecta pocos días después de nacer, mediante la prueba de tamizaje, que es standard en todos los países», agrega la nutricionista Pardo.
Sobre aspartame
Es 200 veces más dulce que el azúcar, pero con la ventaja que puede utilizarse en cantidades tan pequeñas que da dulzura a los alimentos que lo contienen sin aportar calorías al cuerpo. Es posible encontrarlo en cereales, bebidas gaseosas y goma de mascar.
El aspartame está en la lista de los cinco edulcorantes artificiales aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), junto con la sacarina, el acesulfame potásico, el neotame y la sucralosa, así mismo está aprobado por el Codex Alimentarius, referencia regulatoria de la mayoría de los países del orbe.
«La FDA evalúa la composición y propiedades de los edulcorantes, las cantidades que se pueden consumir, así como otros estudios en cuanto a su seguridad» concluye la nutricionista Pardo.