Una maravillosa caminata…

¿Ocupado? ¿En círculos de aquí para allá? Si te ayuda en algo saberlo, la vida no es un camino recto. Vamos, avancemos con confianza por sobre los obstáculos que pensamos nunca podremos cruzar. No te soltaré, aprenderemos y creceremos juntos.

¿Sabes?, no importa qué tan rápido pensemos que estamos yendo por la vida, no podemos engañarla. Es preciso que sepas que no hay atajos en nuestra caminata. Sí, probablemente tengo más preguntas que respuestas, pero juntos lograremos con total conciencia, abrazar el hecho de que hemos nacido para ser grandes, desarraigando la idea de que nuestros pensamientos están grabados en piedra. A no ser que así queramos que permanezcan. Por lo que a pesar de nuestros dogmas, siempre podemos adaptarnos a nuevas y diferentes percepciones. Continuamos caminando, ¿te parece?

Inspirada y fascinada por las palabras de Séneca: Quieres vivir, ¿pero sabes cómo? Temes a la muerte, pero dime, ¿es acaso la calidad de tu vida diferente a estar muerto? La anécdota cuenta acerca de dos hombres que fueron al bosque a talar tantos arboles como fuera posible. Uno de los hombres pausaba y se tomaba el tiempo para afilar su hacha; mientras que el otro ininterrumpidamente seguía talando.

Sin embargo, el hombre que pausaba para recuperar sus fuerzas y afilar su hacha terminó talando más árboles que el que trabajó sin parar. ¿Logras visionar el propósito de nuestra caminata? Sí, acertaste,- es un camino amplio hacia nuestra conciencia. ¿Cuándo fue la última vez que pausamos para afilar nuestros pensamientos, ideales, ideas, principios, valores, dirección, visión, propósito, necesidades y querencias en nuestra vida? Continuamos caminando, ¿si?

El final del túnel nunca se encuentra tan lejos como se percibe, si tan solo permanecemos serenos en el silencio y paz de nuestro ser interior. Solamente entonces podemos pararnos sobre tierra firme, de seguro nos sentiremos más fortalecidos que exhaustos al final de nuestro camino.

Vamos a seducir nuestra mente con la noción de nuestro propio valor y armarnos de coraje para enfrentar el cambio. Por lo que es preciso asimilar el hecho de que la seguridad no existe en este estado de vida, ¡la vida solamente nos ofrece oportunidades! Sabemos que la vida no es un camino recto, pues tiene sus altos y sus bajos, lo importante es cómo nos balanceamos entre un extremo y otro. También sabemos que la única constante en la vida es el cambio; y la primera manifestación del cambio es una descomposición natural de adentro hacia afuera, si, ¡necesitamos desarmarnos para volvernos a armar! ¿Continuamos?

Ahora bien, el desafío no consiste en traspasar el miedo al cambio, pero sí en transcenderlo. Y la única forma de lograr esto es mediante el fortalecimiento de nuestras variables. ¿Variables? Sí, son nuestra esencia, esperanza, fe, confianza, autoestima, actitud, y pensamientos. Como veras, debemos estar agradecidos por nuestros desafíos, pues podemos lograr que se conviertan en los escalones que necesitamos para balancearnos entre los altibajos de la vida; si tan solo cambiamos la percepción que tenemos de ellos en oportunidades.

Mas sin embargo, logramos ver las oportunidades cuando realizamos el viaje más maravilloso de todos: el interno. Así que cuando nos levantamos mas allá de nuestras tristezas y lamentos, la contemplación nos lleva a la acción. Entonces, es durante la contemplación que nos conectamos y renovamos nuestro poder con el Altísimo para sanarnos, examinarnos y meditar en el propósito de nuestra vida y la dirección que debemos tomar.
Sí, debemos armarnos de fuertes convicciones, pero siempre dejando espacio para cuestionar. Debemos caminar por fe para sobrepasar las pruebas en la vida, pero siempre es sabio prepararnos para perder y dejar algunas batallas en el camino. En verdad debemos permitir que las espinas de la vida nos conviertan en mejores personas, y no que nos envenene el alma un peso extra que no necesitamos en nuestra caminata.

Por ahora es mejor pausar y descansar. La oscuridad ha invadido mi aposento, miro a mi alrededor y estoy sola, entonces me doy cuenta que todo fue un sueño. Soñé que tu y yo disfrutamos de una caminata donde aprendimos y crecimos juntos…fue una maravillosa caminata.

Este escrito es propiedad y derechos reservados de su autora, Diana Benavides.