No más crímenes ni dictaduras en Latinoamérica
Una escena de los años 70 en Argentina durante la dictadura militar.
Los crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado en Latinoamérica no deben ocurrir nunca más, coincidieron el jueves en La Habana participantes en un coloquio por el Día Internacional por el Derecho de la Verdad.
«Que no se vuelvan a repetir las dictaduras militares que asolaron al cono sur americano», aseveró el intelectual cubano Roberto Fernández Retamar al inaugurar esta segunda jornada denominada Por la memoria, la verdad y la justicia.
La agencia Prensa Latina señaló que este foro fue organizado por la institución cultural habanera para conmemorar el 24 de marzo, fecha escogida por la Organización de las Naciones Unidas en homenaje al Arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado ese día de 1980.
La embajadora de Argentina en Cuba, Juliana Marino, refirió los avances en la región y en particular en su país respecto a la lucha por los derechos humanos con el enjuiciamiento de los autores y cómplices de las atrocidades de las dictaduras en la segunda mitad del siglo pasado.
Citó la recuperación de hijos desaparecidos, la búsqueda de los cuerpos de las víctimas y la reivindicación de éstas incluso en sus centros de trabajo, donde todavía eran registrados como «cesantes por abandono de tareas».
Hasta el 2011, según dijo, se realizaron en Argentina 843 procesos legales, marchan otros 11, al tiempo que fueron condenados 267 personas implicadas en torturas, asesinatos y desapariciones forzosas.
La diplomática señaló que, sin embargo, es importante seguir haciendo para impedir la tolerancia a estos hechos, siempre conservando el principio de que el gobierno que practique el terrorismo de Estado se convierte en una banda criminal.
Domingo Santacruz, jefe de la misión diplomática de El Salvador en Cuba, describió la historia de terror que imperó en su país desde 1932 a 1980, aciago período de lucha popular para restablecer la democracia y en el cual fue necesario acudir a las armas.
Como resultado de esa situación, narró, hubo que crear un ejército con el objetivo de alcanzar la paz definitiva y luego 12 años de guerra acabar con las dictaduras, con saldo de más de 30 mil desaparecidos y 34 mil impedidos físico-motores.
Apuntó que los diversos gobiernos de El Salvador durante varios períodos de mandato no cumplieron los acuerdos de paz, se inclinaron al neoliberalismo y profundizaron la crisis, a lo cual se añade ahora el fenómeno de la violencia con la proliferación de las pandillas conocidas como maras.
Fue precisamente el gobierno actual, del presidente Mauricio Funes, el que propuso ante la ONU declarar el homenaje internacional al religioso salvadoreño, asesinado por unirse a los desposeídos y abogar el fin de las masacres y persecuciones, recordó.
La senadora Mónica Xavier, presidenta del Frente Amplio de Uruguay, se refirió a las atrocidades cometidas en su país y a la importancia de que las nuevas generaciones conozcan estos relatos y su significado para impedir su reproducción.