Segunda víctima en Costa Rica de perros rottweiler
* Esta vez el muerto fue un norteamericano, lo que fue calificado de “desgarradora y dolorosa historia”, al contrario de cuando mataron al nicaragüense Natividad Canda
Otros dos perros rottweiler escenificaron una nueva tragedia en Costa Rica, al atacar y matar a su dueño norteamericano en su vivienda de Matapalo de Quepos.
Aunque lo ocurrido es similar a la dramática muerte que tuvo hacer varios años el nicaragüense Natividad Canda, esta vez algunos medios de comunicación ticos calificaron el hecho como una “desgarradora y dolorosa historia”.
Según el Diario Extra, la víctima fue identificada como Kent McClean, de 71 años, quien pese a que fue trasladado al Hospital Dr. Max Terán no soportó el ataque y murió tras la atención médica por los mordiscos de los furiosos canes.
Según el primer informe policial, aproximadamente a la 7:30 p.m. el hombre salió al patio de su propiedad y por razones que se desconocen los dos perros se le abalanzaron.
El extranjero no pudo reaccionar y lo único que hizo fue gritar para pedir ayuda a su compañera sentimental, quien estaba dentro de la vivienda y al salir casi sufre el mismo ataque.
De inmediato llamó a la Cruz Roja para que llegaran a atenderlo, mientras intentaba alejar a los perros. La mujer fue la única testigo del ataque, por lo que al llegar los socorristas contó lo sucedido mientras ellos lo estabilizaban.
Los paramédicos trasladaron a McClean al centro médico, donde se reportó su fallecimiento poco antes de las 10 p.m.
Caso Canda: “Solo defendieron taller”
Desgraciadamente no es la primera vez que dos canes acaban con la vida de una persona, pues hace casi ocho años la vida de Natividad Canda también fue apagada por dos perros de la misma raza, los cuales le dieron aproximadamente unos 200 mordiscos.
En este caso “Hunter” y “Oso” se le tiraron encima al nicaragüense, pues olfatearon que no se trataba de nadie conocido y como bien saben este tipo de perros son usados para custodiar propiedades o personas, así que solo defendieron el taller de su amo.
Al principio solo empezaron a ladrar para alertar al guarda del sitio, sin embargo, al ver que en lugar de retirarse el hombre avanzaba se le tiraron encima sin piedad.
A pesar de que Canda intentó correr y saltar un muro, no le sirvió de mucho porque aun así fue atacado por los dos furiosos canes, convirtiéndose en presa fácil.